- En 2021, 150 chicas menores de 18 años en Andalucía contaban con medidas de protección, según el INE.
- Save the Children insiste en que para prevenir este tipo de violencia son necesarios modelos alternativos de relaciones y educación afectivo-sexual, ligada a un uso seguro y responsable de las tecnologías.
©Save the Children/Pablo Blázquez
Sevilla, 25 de noviembre de 2022- Save the Children alerta de que en torno al 23% del total de las chicas víctimas de violencia de género menores de 18 años con medidas de protección son andaluzas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2021. Ese año, 150 chicas adolescentes en Andalucía contaban con órdenes de protección o medidas cautelares (661 a nivel estatal). El año anterior, marcado por la pandemia, ese número descendía hasta las 118 víctimas (514 a nivel estatal). En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se celebra cada 25 de noviembre, Save the Children recuerda que las adolescentes que sufren violencia de género siguen siendo poco visibles, cuando son las que necesitarían una mayor atención.
En España han muerto o han sido asesinados 44 niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia vicaria, según el Portal Estadístico de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género desde 2013 a 2021. Se trata de la violencia de género contra la madre que se ejerce sobre hijas y/o hijos. En Andalucía, se registraron el 17,4% de estas personas menores de 18 años víctimas mortales de violencia de género contra sus madres (6 niños y 2 niñas).
La violencia hacia las niñas y las adolescentes no es un hecho aislado. De hecho, en nuestro país, tenemos varios ejemplos de ello. Hace poco más de un mes unos estudiantes del Colegio Mayor Elías Ahuja, suscrito a la Universidad Complutense de Madrid, profirieron insultos y cánticos machistas hacia las estudiantes del cercano Colegio Mayor Santa Mónica. También durante el verano pasado se vivieron momentos de mucha tensión cuando varias jóvenes sufrieron pinchazos cuando salían de fiesta a las discotecas o festivales. Todos estos actos son expresiones de la violencia y la desigualdad que todavía hoy en día están asentadas y que sufren las mujeres por el simple hecho de serlo.
“Las niñas y las adolescentes siguen padeciendo la violencia de género en sus múltiples formas, por eso es necesario protegerlas con medidas efectivas. Además, hay que sensibilizar sobre esta realidad a las adolescentes, porque a menudo no se identifican como víctimas”, afirma Javier Cuenca, director de Save the Children en Andalucía. Y añade: “Que tu pareja te controle el móvil, te haga comentarios acerca de cómo vas vestida o te diga con quien puedes o no salir de fiesta no son gestos de amor, es violencia de género”.
En uno de sus últimos informes sobre violencia, titulado No es amor, la organización ponía de manifiesto que la violencia de género se encuentra totalmente instaurada entre las chicas más jóvenes, tanto entre los propios adolescentes como en las relaciones que existen con personas adultas. Sin embargo, esta violencia sigue en gran medida oculta e invisibilizada en los datos, campañas y actividades de sensibilización.
Al analizar cifras de violencia de género entre la adolescencia a nivel estatal, se encuentra que el 6,2% de las adolescentes de 16 y 17 años ya han sufrido violencia física por parte de parejas o exparejas, el 6,5% violencia sexual, el 16,7% violencia emocional y el 24,9% violencia psicológica o de control, según la Macroencuesta de 2019 –que solo recoge información a partir de los 16 años–. Aun así, es alarmante comprobar como el negacionismo en este tema se ha extendido entre los adolescentes y consideran que la violencia de género es una cuestión ideológica. Un 20% de los y las adolescentes, según datos del Barómetro Juventud y Genero de la Fundación FAD, no creen que exista la violencia de género entre sus iguales, lo que añade trabas a la hora de poder hacerle frente.
Desde que se iniciaron los registros de violencia de género en 2004, ha habido 12 víctimas mortales adolescentes en España (<16 años y 16-17 años) según la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género.
La prevención como palanca de cambio
Este tipo de violencia se puede prevenir, pero para ello deben repensarse los roles y los estereotipos de género, así como los mitos sobre las relaciones. “Es necesario ofrecer entre la infancia y la adolescencia modelos alternativos de relaciones libres de violencia y educación afectivo-sexual ligados al uso seguro y responsable de las tecnologías, añade Cuenca.
Además, no hay que olvidar la influencia de la pornografía en estas edades –el 45,5% de los adolescentes andaluces que ha visto contenido pornográfico ha llevado alguna escena a la práctica y no siempre con consentimiento previo, según el informe Desinformación sexual: pornografía y adolescencia– y de las redes sociales, que tienen un gran peso y funcionan como una herramienta de celos, control, chantajes y humillaciones.
Cuenca también hace referencia a las personas del entorno de las niñas y adolescentes: “Debemos asegurar la formación de profesionales para la detección de las víctimas con una atención especializada, así como garantizar programas de reeducación para agresores”.
Precisamente ante esta falta de campañas de sensibilización sobre violencia de género entre adolescentes, desde Save the Children se puso en marcha el verano pasado la campaña "Suéltalo" en eventos festivos con el objetivo de dar pautas para prevenir e identificar las distintas formas de violencia, derribar mitos del amor romántico e informar sobre los recursos donde pedir asesoramiento y ayuda.
Enfoque de infancia y adolescencia en las políticas contra la violencia de género
Esta semana, en el pleno del Congreso de los Diputados, se vota la creación de la subcomisión para la renovación y actualización del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Este pacto fue renovado el año pasado, incluyendo medidas como las dirigidas a la especialización profesional, la atención a las víctimas, la sensibilización y la prevención, entre otras.
Sin embargo, hay que seguir avanzando, tomando la gran oportunidad para incorporar a la población adolescente como colectivo especialmente vulnerable y que se ve afectado por esta violencia con unas características y consecuencias propias, tanto en la actualización de las medidas que desarrolle a partir de ahora el Pacto de Estado, así como el Plan Estatal.
Save the Children recuerda que Andalucía cuenta con un protocolo específico contra la violencia de género en los centros educativos que ofrece herramientas pioneras que obligan a poner en marcha medidas de prevención, detección y actuación en casos de violencia de género. Sin embargo, Cuenca manifiesta que “es necesario dotar este y otros protocolos, como el de acoso escolar y ciberbulling, de recursos humanos y económicos para que sean puestos en marcha de manera efectiva”. Por otro lado, considera que es de vital importancia impulsar y desarrollar en Andalucía la Ley Orgánica de Protección de la Infancia contra la Violencia (LOPIVI) a través de la adaptación de la Estrategia Nacional de Erradicación de la Violencia en el marco de la Ley de Infancia y Adolescencia de Andalucía (LIAA), en colaboración con ayuntamientos e instituciones, fortaleciendo las figuras de coordinadores de bienestar en los centros educativos y los delegados de protección en entornos deportivos con formación especializada.