- Los 900 bebés que nacen en el país cada día enfrentan riesgos como los ataques con misiles a maternidades, como el que mató el pasado martes a un bebé de dos días
- Save the Children documenta casos de mujeres que se han puesto de parto antes de tiempo debido a sus niveles de estrés
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Kyiv, 24 de noviembre de 2022 - Se calcula que han nacido más de 900 bebés al día desde que se intensificó la mortífera guerra en Ucrania hace nueve meses, según Save the Children, y las consecuencias del conflicto están teniendo un grave impacto en la salud de las madres y sus recién nacidos.
Un nuevo análisis de la organización humanitaria, que utiliza datos de las perspectivas demográficas de la ONU, revela que 247.440 niños -un promedio de 903 bebés al día- han nacido desde el 24 de febrero de mujeres que vivían en Ucrania cuando la guerra se intensificó hace nueve meses.
El análisis se produce en un momento en el que el sistema sanitario del país está sometido a una inmensa presión tras nueve meses de guerra, lo que pone en peligro la vida de cientos de miles de bebés y madres primerizas y embarazadas con un acceso limitado a la atención médica, especialmente en las zonas de conflicto activo.
En los nueve meses de guerra, las zonas urbanas de toda Ucrania han sido bombardeadas repetidamente, con al menos 703 ataques a infraestructuras sanitarias. En el sur de Ucrania, se informó de que los misiles alcanzaron una sala de maternidad este martes por la noche, matando a un bebé de dos días e hiriendo a dos médicos. Desde la escalada de la guerra, al menos 1.170 niños han muerto o resultado heridos en Ucrania, según datos verificados de la ONU.
"Una media de unos 900 niños al día están naciendo en una vida de incertidumbre. El caos de la guerra supone una grave amenaza para estas madres y recién nacidos", afirma Sonia Khush, directora de Save the Children en Ucrania. "Estamos escuchando relatos de mujeres que se han puesto de parto antes de tiempo debido a su constante estado de estrés y miedo".
"Al principio de la guerra, muchas mujeres embarazadas se vieron obligadas a dar a luz en sótanos o búnkeres. Ahora, estamos viendo que las mujeres dan a luz en hospitales desbordados, lejos de sus familiares, y en países que acogen a personas refugiadas de Ucrania. Aunque hay menos mujeres que dan a luz en búnkeres en comparación con este año, sus embarazos siguen siendo igual de estresantes", añade Khush.
Consecuencias del estrés en los bebés y sus madres
Los niveles elevados de estrés y ansiedad durante el embarazo pueden afectar al desarrollo cerebral o al sistema inmunitario del bebé y provocar un parto prematuro o incluso un aborto. Un estudio reciente, publicado en la revista Infancy, ha descubierto también que los bebés expuestos a más fluctuaciones de estrés durante el embarazo mostraban más miedo, tristeza y angustia a los tres meses que los de las madres menos estresadas.
Antonina, de 27 años, estaba embarazada de 30 semanas cuando huyó de los combates en Donetsk Oblast con su marido, Andriy, de 36 años, el 10 de mayo. La pareja se refugió en Dnipro, donde Antonina dio a luz dos días después a una niña prematura con graves complicaciones de salud.
"La guerra añadió una inmensa cantidad de estrés a mi embarazo. No podía dormir con el sonido constante de los combates y el miedo a que le pasara algo a mi familia. Estaba tan estresada que acabé teniendo la tensión alta. Sabía que algo iba muy mal, pero vivíamos en una zona en la que no había médicos que pudieran ayudarnos, así que tuvimos que irnos", cuenta Antonina. "Si no fuera por la guerra, no creo que hubiera tenido un embarazo tan estresante".
Las dificultades para criar de las familias desplazadas
Andriy perdió su trabajo casi inmediatamente después de que la guerra se intensificara en febrero, lo que añadió una inmensa presión tanto para él como para Antonina mientras esperaban ansiosamente el nacimiento de su hija, Ganna.
Debido al estrés y la ansiedad, Antonina tuvo que someterse a una cesárea de urgencia unas 10 semanas antes de la fecha prevista para el parto. Ganna nació con el sistema inmunitario comprometido, y ahora necesita un inhalador tres veces al día y estará medicada durante los próximos tres años.
Aunque la familia vive ahora en Dnipro, una gran ciudad situada en el este de Ucrania, Andriy sigue sin encontrar trabajo, por lo que les resulta difícil costear la medicación de Ganna.
"Andriy sigue sin trabajo. Como somos desplazados de Donetsk, nadie quiere contratarlo. Sólo quieren gente de Dnipro. Andriy es electricista y constructor, sabe trabajar, pero no encuentra trabajo", dice Antonina. "No tenemos familia extensa. Sólo estamos nosotros. El único plan que tenemos es criar a un niño sano".
Debido a la situación económica de la familia, viven en un centro colectivo con otras 280 personas que huyeron de los combates en zonas del este y el sur de Ucrania.
Save the Children en Ucrania
Save the Children apoya a las familias desplazadas en Dnipro, como la de Antonina, proporcionando colchones y agua potable a los centros colectivos. La organización de ayuda también está proporcionando asistencia en efectivo a las familias vulnerables de Ucrania para que puedan comprar artículos de primera necesidad, como ropa, medicamentos y alimentos. En el oeste de Ucrania, Save the Children está formando a trabajadores sanitarios en prácticas de lactancia.
Con la ayuda de socios locales, Save the Children está proporcionando refugio, alimentos, dinero en efectivo, combustible, apoyo psicológico y kits para bebés e higiene a las familias desplazadas.
Save the Children lleva operando en Ucrania desde 2014, prestando ayuda humanitaria a los niños y sus familias. Ahora apoya a las familias refugiadas de toda Europa y ayuda a los niños y niñas a acceder a los servicios que necesitan.