Puerto Príncipe/Madrid, 11 de agosto de 2022 - Haití está atrapado en una crisis de hambre y seguridad después de que un fuerte terremoto cobrara la vida de más de 2.200 personas en la nación caribeña hace un año, con cerca de 4,5 millones de personas experimentando inseguridad alimentaria severa (IPC3 o superior) en comparación con 4,4 millones de personas antes del terremoto.
Haití atraviesa actualmente una importante crisis económica, con una inflación del 26%, que dificulta a las familias tener el acceso a los alimentos y otros productos básicos, así como la venta de sus cosechas en los mercados locales.
En todo el país, el hambre se está convirtiendo en una norma para los niños y niñas, muchos de los cuales no saben si tendrán comida al día siguiente. En las crisis alimentarias, los niños y niñas son siempre los más vulnerables y corren el riesgo de sufrir desnutrición aguda si no tienen suficiente comida y un equilibrio nutricional adecuado.
La desnutrición puede causar retraso en el crecimiento, impedir el desarrollo mental y físico, aumentar el riesgo de contraer enfermedades mortales y, en última instancia, causar la muerte.
El 14 de agosto del año pasado, un terremoto de magnitud 7,2 sacudió la península de Tiburón, cerca de Petit-Trou-de-Nippes, en Haití, a unos 150 km al oeste de la capital, Puerto Príncipe. Al primer temblor le siguió una serie de réplicas que afectaron a más de 800.000 personas, entre ellas 340.000 niños, niñas y adolescentes.
Inmediatamente después del terremoto, Save the Children desplegó un equipo para responder a las necesidades de los niños, niñas, adolescentes y sus familias en las zonas más afectadas del sur y del distrito de Grand-Anse, incluyendo el despliegue de programas de emergencia de educación, protección, agua e higiene, salud y nutrición, y transferencia de efectivo, para más de 100.000 personas.
Entha, una niña de 7 años de la región suroeste de Haití, perdió su casa, cultivos y pertenencias en el terremoto del año pasado. La familia de Entha recibió transferencias de efectivo y soporte adicional por parte de Save the Children, con las que pudieron reconstruir su casa con láminas de aluminio y pagar las cuotas de la escuela. Sin embargo, el empeoramiento de la crisis económica en todo el país ha hecho que la familia pase hambre a diario.
"Cuando no como, no me siento bien porque eso me pone triste. Ya no puedo ir a jugar. Es porque tengo hambre” comenta Entha y añade: “Save the Children ha ayudado a mi madre para que pudiera comprar comida. La comida me hizo feliz, y yo también me alegré por la ayuda que enviaron porque mi madre no tenía dinero para comprar comida".
Perpetue Vendredi, directora de operaciones de programas de Save the Children en Haití, dijo: "En los últimos 12 meses hemos visto una tendencia preocupante del aumento del hambre en todo Haití. El aumento del número de casos de hambre se está convirtiendo en un gran reto para los niños, niñas y sus familias; se necesita más ayuda”.
Llamada a la comunidad internacional a apoyar a Haití
"Gracias al apoyo de los donantes, Save the Children ha podido proporcionar asistencia para atender a miles de personas cuyas vidas se desmoronaron el 14 de agosto de 2021. En el último año muchas personas han podido reconstruir sus casas, aunque para muchas otras la situación sigue siendo precaria. La respuesta humanitaria sigue estando lamentablemente poco financiada ya que esta crisis se ha ignorado en gran medida porque otros acontecimientos mundiales han tomado el relevo" apunta Vendredi.
Save the Children hace un llamamiento a los donantes para que proporcionen fondos adicionales y flexibles para apoyar la ampliación de los servicios urgentes que salvan vidas en las comunidades más afectadas por el terremoto. Los niños, niñas, adolescentes y sus familias necesitan desesperadamente alimentos, agua potable, saneamiento e higiene, así como protección social y apoyo a los medios de subsistencia para evitar la desnutrición generalizada, las enfermedades, el hambre y la muerte.
"Además de aumentar los fondos para los servicios inmediatos que salvan vidas, los donantes deben seguir invirtiendo en la alerta temprana y acciones de prevención para gestionar mejor el riesgo de las crisis de hambre y mitigar sus impactos antes de que sea demasiado tarde" concluye Perpetue Vendredi.
Save the Children ha apoyado a cinco centros de salud y hospitales para reanudar los servicios de salud primaria tras el terremoto, incluyendo servicios de salud sexual y reproductiva, atención prenatal y postnatal, así como derivaciones de salud mental. Save the Children también está dirigiendo 11 centros de nutrición para el asesoramiento sobre nutrición materno-infantil, la concienciación y la detección de la malnutrición; y programas de formación para las y los trabajadores sanitarios de primera línea, las y los trabajadores sanitarios de la comunidad y las organizaciones socias.