‘POBREZA ABSOLUTA’, EL NUEVO SÍNTOMA QUE HA DEJADO LA COVID-19
A pesar de que las cifras de contagios hayan descendido y la situación sanitaria de la COVID-19 haya mejorado, la realidad es que la crisis sanitaria ha arrastrado a numerosas familias de nuestro país en riesgo de exclusión social a situaciones de pobreza extrema. La paralización de programas y ayudas sociales deja a los más pequeños a las puertas de un futuro incierto.
Más de 170.000 hogares españoles con niños y niñas a cargo sufrieron cortes de suministros básicos como consecuencia de la pandemia. La pandemia ha afectado gravemente a las familias más pobres con menores a cargo: el 85% de estos hogares ha visto caer su nivel de ingreso y un 57% se han visto castigadas por la pérdida de empleo.
La situación ha sido y es alarmante. Las familias con niños y niñas más vulnerables no pueden hacer frente a esta situación. Las ayudas recibidas por las familias más vulnerables con menores a cargo son insuficientes.
Desde Save the Children hemos puesto en marcha medidas extraordinarias para paliar el daño que están sufriendo ya más de 2.000 familias."
Debido a este contexto de emergencia, Save the Children puso en marcha medidas extraordinarias para paliar el daño que sufrían más de 2.000 familias a las que atendemos en numerosas partes de España. Familias en situación de pobreza y riesgo de exclusión social, con un alto porcentaje entre ellas de madres solas con hijos o hijas a su cargo, así como trabajadores y trabajadoras cuyos ingresos no son suficientes para salir de la pobreza.
Estas medidas consistieron en el acceso a una alimentación básica, el refuerzo escolar y la atención individualizada de profesionales para paliar los efectos del aislamiento, la incertidumbre y el estrés en los niños y niñas. Concretamente se hizo:
- Entrega de transferencias de efectivo para alimentos básicos a las familias que más lo necesitaban.
- Servicio de apoyo psicológico y de acompañamiento a padres y madres con pautas de crianza y educación positiva.
- Ayuda a los niños, niñas y adolescentes más vulnerables de los programas de intervención educativa a través del apoyo escolar a distancia y les proporcionamos herramientas tecnológicas (conexión a internet, distribución de tablets…).
En todo momento, los educadores y psicólogos de Save the Children estuvieron en contacto con estas familias para averiguar y detectar sus principales necesidades y darles ayuda de forma urgente. Estas familias afrontan hoy en día su situación con menos recursos que la mayoría de la población, algo que les sitúa en una situación de especial vulnerabilidad.
CRECER SIN NAVIDAD, LA REALIDAD DE MILES DE NIÑOS Y NIÑAS DE ANDALUCÍA
Es evidente que las dos últimas navidades fueron diferentes para muchas personas, pero especialmente difíciles para miles de familias de nuestro país, las #FamiliasSinNavidad. A través de la intervención de Save the Children, desde el inicio de la emergencia por Covid-19, se atendieron a más de 3.000 niños, niñas y a sus familias en riesgo de pobreza proporcionándoles alimentos, bienes de primera necesidad, refuerzo escolar y apoyo psicológico.
En su momento, Save the Children estimó que 4 de cada 10 familias con menores a cargo iban a tener dificultades para comprar regalos para sus hijos e hijas, y un 35% no podría hacer frente a los gastos de comidas y cenas navideñas. Además, en 1 de cada 3 hogares tendrían dificultades para comprar ropa de abrigo para el invierno.
UNA OPORTUNIDAD PARA REVERTIR ESTA SITUACIÓN
Transformando la actual Renta Mínima de Inserción Social de Andalucía (RMISA) para hacerla compatible con el IMV con el objetivo de la eliminación de la pobreza infantil.
Esta modificación de la Renta Mínima de Inserción Social de Andalucía deberá:
No dejar fuera de su cobertura a familias en situación administrativa irregular e imponga como único requisito tener vecindad administrativa en territorio andaluz.
- Para que el ingreso cumpla con su función de acabar con la pobreza infantil es importante que no excluya a familias de origen extranjero, la irregularidad multiplica los factores de precariedad y consecuentemente el riesgo de pobreza. Los niños y niñas en familias de origen extranjero tienen una probabilidad del 48% de vivir en riesgo de pobreza.
- Contemplar cuantías para las familias con menores de edad a cargo y monoparentales iguales a las previstas por el IMV para dar el mismo nivel de protección.
- Introducir medidas de ayuda para el pago de gastos asociados a la vivienda (alquiler e hipoteca) para los perceptores de esta prestación. La vivienda es uno de los determinantes sociales más influyentes en la exclusión social y la pobreza, y supone uno de los gastos al mes más importante para las familias, por lo que es imprescindible para que la renta mínima funcione y cumpla con su misión que esta cuestión se contemple.