Sequía en el Cuerno de África: Aumentan los temores a medida que las lluvias se reducen por cuarta vez y la guerra en Ucrania hace que los precios de los alimentos se disparen

Campo de refugiados de Baidoa, Somalia

 

Nairobi, 21 de abril de 2022. Un mal comienzo de la temporada de lluvias en el Cuerno de África ha aumentado los temores de que la peor sequía en décadas pronto podría tener resultados catastróficos. Así lo cree Save the Children, que advierte además de que el impacto de la guerra en Ucrania contribuirá a elevar los precios de los alimentos y a desviar el comercio internacional. Más de 16 millones de personas, incluidos niños y niñas, ya necesitan urgentemente ayuda alimentaria en Somalia, Kenia y Etiopía, países que se enfrentan a una cuarta temporada consecutiva de lluvias por debajo de la media. 

Además de una de las peores sequías en décadas y enormes déficits de financiación, Save the Children estima que la escalada de la guerra en Ucrania hace siete semanas amenaza con llevar a las familias y los niños y niñas en el Cuerno de África a una mayor miseria.

Kenia y Etiopía solo han recibido lluvias poco copiosas tras siete semanas de temporada de lluvias. Los pronósticos del Departamento Meteorológico de Kenia y el Centro de cultivos para alerta temprana de Etiopía apuntan a una temporada por debajo de la media, así que advierten que esto podría llevar a más personas a una situación desesperada. Ya hay 3,5 millones de personas en Kenia que carecen de alimentos y hasta 6,5 millones de personas en el sur de Etiopía necesitan ayuda.

En Somalia, casi un tercio de la población, 4,8 millones de personas, se enfrentan a una grave escasez de alimentos y la ONU ha alertado sobre una inminente hambruna en tres meses debido al fenómeno meteorológico La Niña, que provoca la sequía, la asistencia humanitaria inadecuada y el aumento del precio de los alimentos. Esta situación ha generado temores de que se repita la hambruna de 2011, que acabó con la vida de 260.000 personas, la mitad de ellas menores de cinco años.

El personal de Save the Children en Somalia considera que solo unas pocas zonas del país azotado por la sequía habían recibido pequeñas cantidades de lluvia tras dos semanas de la temporada de lluvias. Los pronósticos muestran una mayor probabilidad de lluvia por debajo del promedio esta temporada de abril a junio en el centro y sur de Somalia, donde millones de pastores se han visto obligados a abandonar sus hogares para vivir en campamentos de desplazados.

El coste de los alimentos en la región ya mostraba una tendencia al alza, impulsada por las crisis climáticas, las plagas de langostas, los conflictos y la crisis económica provocada por la pandemia de Covid-19. Pese a ello, la escalada del conflicto en Ucrania está provocando estragos socioeconómicos más allá de sus fronteras.

El pan es un alimento básico en esta zona de África, y el trigo y los productos derivados de él representan un tercio del consumo medio de cereales en la región. La demanda se cubre principalmente con importaciones (84%), de las cuales el 90% de las importaciones de trigo provienen de Rusia (72%) y Ucrania (18%), teniendo un precio al alza en las últimas semanas. 

Rusia y Ucrania también representan casi las tres cuartas partes de las exportaciones mundiales de aceite de girasol, otro producto básico muy utilizado en la región.

En Puntlandia el precio de la harina de trigo ha pasado de 26 a 32 dólares el saco de 50 kg, y hasta 36 dólares en las ciudades de Garowe y Qardho. En Mogadiscio, la capital de Somalia, el precio de un envase de 3 litros de aceite para cocinar se triplicó a en marzo, pasando de 3 dólares a 9.  

En Etiopía, el precio del sorgo y el maíz aumentaron un 9% y un 4%, respectivamente, entre febrero y marzo, mientras que su alimento básico rico en proteínas, el teff, experimentó un aumento del 1%, de 0,93 dólares el kilo en marzo a 0,94 dólares en abril. El personal de Save the Children también está reportando aumentos masivos en los precios del aceite de girasol.

Además del acceso y la disponibilidad inmediatos de alimentos, existen preocupaciones sobre el impacto a largo plazo en la producción de alimentos debido al aumento de los precios de los combustibles y al aumento de los costes de los fertilizantes.
Rusia es el mayor exportador mundial de fertilizantes nitrogenados y el conflicto ha hecho subir los precios en un momento en que el que la principal temporada de siembra (de marzo a mayo) está en marcha en África.

En Kenia, el precio de una bolsa de fertilizante aumentó un 50% el año pasado, alrededor de 60 dólares, y ha subido aún más, a 70 dólares, desde el 24 de febrero. Esto supone que los pequeños agricultores utilizan menos fertilizantes, hecho que supondrá una menor productividad, mientras que los agricultores a gran escala se verán afectados por los costes de combustible para tractores y otra maquinaria.

SOMALIA

“Dado el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y el combustible en Somalia y el Cuerno de África, reiteramos que ahora es el momento de actuar y evitar una catástrofe”, afirma Mohamud Mohamed Hassan, director de Save the Children en Somalia. 

En este país, más de 720.000 personas han abandonado sus hogares en busca de alimentos y agua en los últimos ocho meses con su capacidad para hacer frente ya erosionada por décadas de conflicto, inestabilidad política, cambios climáticos y Covid-19.

La ONU estima que 1,4 millones de niños y niñas podrían estar gravemente desnutridos a mediados de año (un 64% más que hace dos años), con 330.000 gravemente desnutridos si no se aborda el deterioro de la situación.

KENIA

Los casos de desnutrición también se están disparando en Kenia, donde 755.000 niños y niñas requieren tratamiento urgente por desnutrición aguda, así como 103.000 madres embarazadas y lactantes con desnutrición aguda y que necesitan tratamiento urgente.

“En las regiones áridas y semiáridas de Kenia, la gente se enfrenta a una situación alimentaria de emergencia y los niños y niñas tienen que conformarse con una comida al día. Sin una intervención urgente, cada hora empuja a las familias y los niños y niñas más y más al borde de la inanición”, explica Yvonne Arunga, directora de Save the Children en Kenia. “Hacemos un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que proporcione más fondos para la respuesta a la sequía antes de que la situación se salga de control”, asegura.

La ONU ha hecho un llamamiento humanitario para conseguir 4.400 millones de dólares para Etiopía, Kenia y Somalia, pero la financiación es extremadamente baja, con la preocupación de que el conflicto de Ucrania esté dominando la atención internacional y haciendo que otras crisis globales pasen desapercibidas.

ETIOPÍA

En Etiopía, Save the Children advierte de que una sequía prolongada y devastadora también está acabando con la resiliencia de los niños y las niñas y sus familias, ya desgastada por 16 meses de conflicto y dos años de pandemia de Covid-19. 

Al menos 8,1 millones de personas necesitan ayuda alimentaria inmediata, con más de 286.000 personas obligadas a abandonar sus hogares en busca de alimentos y agua. Save the Children calcula que las familias de pastores han perdido ahora más de 1,46 millones de cabezas de ganado. Esto ha llevado a que los niños y las niñas se queden sin leche, su principal fuente de nutrición, con hasta 890.000 niños y niñas menores de cinco años que ahora sufren de desnutrición.

“Se prevé que la crisis del hambre en Etiopía empeore en los próximos meses debido a la cuarta temporada de lluvias por debajo del promedio prevista y la próxima temporada de escasez que se extiende entre junio y septiembre”, recuerda Xavier Joubert, director de Save the Children en Etiopía. “Las familias en la zona de Dawa de la región somalí adoptan todos los mecanismos de supervivencia posibles debido a la escasez de alimentos, como saltarse comidas y reducir las porciones de alimentos”, añade.

SAVE THE CHILDREN EN EL CUERNO DE ÁFRICA

Save the Children lleva trabajando en el Cuerno de África desde hace más de 70 años y es líder nacional e internacional en programas humanitarios y de desarrollo en salud, nutrición, higiene, saneamiento, educación, protección infantil y gobernanza de los derechos de la infancia. En 2021, Save the Children llegó a 12.185.726 personas en Etiopía, Kenia y Somalia, incluidos más de 7.624 620 niños y niñas.