Otras 11 millones de personas podrían pasar hambre en los próximos tres meses
Dakar, 5 de abril de 2022. África Occidental se ve afectada por su peor crisis alimentaria en una década, con 27 millones de personas pasando hambre. Este número podría aumentar a 38 millones en junio, un nuevo nivel histórico y un aumento de más de un tercio con respecto al año pasado, a menos que se tomen medidas urgentes. Once organizaciones internacionales difunden hoy esta alerta en respuesta a nuevos análisis del Cadre Harmonisé (CH) de marzo de 2022, antes de la conferencia virtual sobre la crisis alimentaria y nutricional en el Sahel y el lago Chad organizada por la Unión Europea y el Club del Sahel y África Occidental.
Durante la última década, lejos de disminuir, las crisis alimentarias han ido en aumento en toda la región de África Occidental y han afectado a países como Burkina Faso, Níger, Chad, Malí y Nigeria. Entre 2015 y 2022, la cantidad de personas que necesitan asistencia alimentaria de emergencia casi se cuadriplica, de 7 a 27 millones.
“La producción de cereales en algunas partes del Sahel se ha reducido en un tercio en comparación con el año pasado. Los suministros de alimentos para la familia se están agotando. La sequía, las inundaciones, los conflictos y los impactos económicos de la Covid-19 han obligado a millones de personas a abandonar sus tierras, llevándolas al límite", explica Assalama Dawalack Sidi, director regional de Oxfam para África Occidental y Central.
"La situación está obligando a cientos de miles de personas a mudarse a diferentes comunidades y a convivir con familias de acogida que ya padecen condiciones difíciles. No hay suficiente comida, y mucho menos comida que sea lo suficientemente nutritiva para los niños y las niñas. Debemos ayudarlos urgentemente porque su salud, su futuro e incluso sus vidas están en riesgo", añade Philippe Adapoe, director de Save the Children para África Occidental y Central.
La desnutrición está aumentando de forma constante en el Sahel. Naciones Unidas estima que 6,3 millones de niños y niñas de 6 a 59 meses sufrirán desnutrición aguda este año, incluidos más de 1,4 millones en la fase de desnutrición aguda severa. En 2021 fueron 4,9 millones de niños y niñas los que sufrieron desnutrición aguda.
"Casi no me quedaba leche, así que le di a mi bebé otros alimentos. A menudo se negaba a tomarlos y perdía peso. Además, tenía diarrea, lo que empeoró su estado", cuenta Safiatou, una madre que tuvo que huir de su aldea a causa de la violencia en Burkina Faso.
Impactos dramáticos para el futuro de la infancia
Además del conflicto y la inseguridad, los focos de sequía y la mala distribución de las precipitaciones han reducido las fuentes de alimentos de las comunidades, especialmente en el Sahel central. Para compensar la brecha, muchas familias están vendiendo sus bienes, poniendo en peligro su capacidad productiva y el futuro de sus hijos e hijas. Las niñas pueden verse obligadas a contraer matrimonio a una edad temprana y otras formas de violencia de género pueden aumentar a medida que escasean los alimentos.
“Las lluvias son escasas. Ya no hay comida. Con la falta de pastos, las ovejas están cada vez más delgadas y eso nos obliga a venderlas a pérdida. Antes tenía doce ovejas, pero ahora solo me queda una”, explica Ramata Sanfo, un pastor de Burkina Faso: "Me gustaría recuperar mi ganado para tener suficiente dinero y que mis hijos puedan volver a la escuela", añade.
La crisis en Europa agrava una situación ya de por sí desastrosa
Los precios de los alimentos han aumentado entre un 20 y un 30 por ciento en los últimos cinco años en África Occidental. Mientras las reservas de alimentos están disminuyendo en el Sahel, la crisis en Ucrania está empeorando la situación peligrosamente. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los precios de los alimentos podrían incrementarse otro 20% en todo el mundo, un aumento insoportable para poblaciones ya frágiles. Además, es probable que la crisis provoque una disminución significativa de la disponibilidad de trigo para seis países de África Occidental que importan al menos el 30% y, en algunos casos, más del 50% de su trigo de Rusia o Ucrania.
Otro efecto probable de la crisis en Europa es una fuerte caída en la ayuda internacional a África. Muchos donantes ya han indicado que pueden hacer recortes en su financiación para los países del continente. Por ejemplo, Dinamarca ha anunciado que pospondrá parte de su asistencia bilateral para el desarrollo a Burkina Faso (50% en 2022) y Malí (40% en 2022) en lugar de financiar la recepción de personas que han huido de sus hogares en Ucrania con dinero nuevo.
“No debería haber competencia entre crisis humanitarias”, afirma Mamadou Diop, representante regional de Acción contra el Hambre. “La crisis del Sahel es una de las peores crisis humanitarias a escala mundial y, al mismo tiempo, una de las menos financiadas. Tememos que al redirigir los presupuestos humanitarios a la crisis de Ucrania corramos el riesgo de agravar peligrosamente una crisis para responder a otra”, expone.
Las organizaciones humanitarias están instando a los gobiernos y donantes a no repetir los fracasos de 2021, cuando solo se financió el 48 % del plan de respuesta humanitaria en África Occidental. Piden que se cierre de inmediato el déficit de financiación de 4.000 millones de dólares en el llamamiento de la ONU para África Occidental y así salvar vidas y garantizar que estos fondos respalden intervenciones que tengan en cuenta la edad, el género y la discapacidad.
"La conferencia sobre la crisis del Sahel prevista para mañana es una oportunidad única para movilizar la asistencia alimentaria y nutricional de emergencia necesaria y para demostrar que las vidas de las personas en África no valen menos que las de Europa", concluye Assalama Dawalack Sidi.
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Las once organizaciones internacionales que participan en este comunicado de prensa son Oxfam, Acción contra el Hambre, Save the Children, CARE International, International Rescue Committee (IRC), Norwegian Refugee Council (NRC), The Alliance for International Medical Action (ALIMA), Tearfund, World Vision (WV), Handicap International - Humanité & Inclusion y Mercy Corps.
Según el análisis de marzo de 2022 del Cadre harmonisé (CH), 38,3 millones de personas estarán en crisis alimentaria y nutricional en verano si no se hace nada, frente a 27,3 millones en el mismo período de 2021, un aumento del 40,2% en un año. Por países, las proyecciones de personas en fase 3 a 5 para junio-agosto de 2022 en los países más afectados son: Nigeria (19,5 millones), Burkina Faso (3,5 millones), Níger (4,4 millones), Chad (2 millones), Malí (1.8 millones).