Vídeo para TV: Centro de preescolar de Save the Children en Borno, Nigeria, y testimonios de alumnos: http://storycentral.savethechildren.org.uk/?r=132566&k=8348582d62
Fotografías y testimonios de profesores y alumnos de centros de preescolar: http://storycentral.savethechildren.org.uk/?c=44861&k=db44ed33ef
Vídeo y fotografías. Centro de estabilización de Save the Children para niños desnutridos en Nigeria: http://storycentral.savethechildren.org.uk/?c=44862&k=3eae075286
Madrid, 23 de febrero de 2017. El noroeste de Nigeria está viviendo una de las peores crisis educativas del mundo. Niños de 15 años que quieren seguir estudiando acuden a las escuelas de preescolar, para menores de cinco años, en un intento desesperado de recuperar todos los años perdidos de su educación. El país lleva siete años inmerso en un conflicto surgido por la violencia de Boko Haram.
La situación educativa en Nigeria es crítica: En estos siete años, 1.200 colegios han sido dañados o han quedado completamente destruidos, al menos 611 profesores han sido asesinados y otros 19.000 se han visto obligados a desplazarse. Un colegio ha sido dañado o destruido cada día durante el conflicto.
Más de la mitad de los 700 niños que asistieron a uno de los programas de educación preescolar de Save the Children en el estado de Borno en enero de 2017 tenían más de 6 años, muchos de ellos eran adolescentes de 15 años. Esta crisis educativa se extiende a toda la región del Lago Chad – Nigeria, Níger, Camerún y Chad- y actualmente alberga a una cuarta parte de los 59 millones de niños no escolarizados de todo el mundo.
“La desesperación por ir al colegio refleja el deseo de los niños de aprender y de tener una educación que no están recibiendo. La violencia de Boko Haram se basa en la ideología de que la educación occidental es mala y que todos los estudiantes, maestros y colegios son objetivo de los terroristas”, alerta Andrés Conde, director general de Save the Children en España. “Los bajos niveles de matriculación y las terribles tasas de alfabetización son las consecuencias de esta crisis educativa, posiblemente la peor del mundo. No podemos esperar a que una generación entera de niños pierda su derecho a recibir una educación”, añade.
Save the Children, cuyos centros de preescolar solo están financiados para atender a niños menores de cinco años, está adaptando sus programas para poder llegar a esta demanda inesperada de niños más mayores. Casi tres millones de niños afectados por el conflicto necesitan educación en el noreste de Nigeria. Incluso antes del comienzo del conflicto, en Nigeria ya había10 millones de niños sin escolarizar, la cifra más alta del mundo, según Naciones Unidas.
Ante la escasez de profesores, hay padres como Abu Bakar que se han convertido en maestros voluntarios en el centro de preescolar de Save the Children en la comunidad de Madinatu. Abu huyó de su casa en Kukuwa tras sufrir esta comunidad un ataque en el que murieron al menos 60 personas: “En mi pueblo había un colegio, pero debido a la violencia no había niños aprendiendo. Mucha gente está tomando conciencia de la necesidad de recibir una educación. Ahora tengo algunos niños en clase que tiene más de cinco o seis años y he tenido que cambiar mi forma de enseñar. Algunos de ellos nunca habían ido a clase”.
El 80% del millón de niños que se han visto obligados a huir de sus hogares por el conflicto viven en comunidades remotas con poco o ningún acceso a la educación. Las niñas son las más afectadas: mientras que los niños asisten una media de nueve años a la escuela esta cifra se reduce a solo dos años para las niñas.
Zainab, de 15 años, perdió a su hermano en un ataque contra su pueblo y se vio obligada a huir de la región y abandonar el colegio. Durante los últimos cinco meses, Zainab ha recibido clases de preescolar en el estado de Borno: “Aprendo palabras en inglés como ‘hospital’, ‘vagón’, ‘perro’ y ‘ventana’. Me siento triste, si esto no hubiera sucedido ahora estaría terminando la escuela”.
A pesar de esta crisis, el sistema educativo ha tenido que soportar la falta de fondos para la crisis del Lago Chad. A finales de 2016, los fondos destinados a educación en esta crisis sólo representaba el 18% de la financiación total.
Mañana se celebra en Oslo (Noruega) una conferencia internacional de donantes sobre esta crisis. Esta reunión debe ser una oportunidad para proporcionar los fondos necesarios para conseguir que más niños puedan volver al colegio. “Pese a que el número de ataques a centro educativos ha disminuido durante el último año y que el gobierno está reconstruyendo los colegios, no estamos haciendo lo suficiente para fortalecer el sistema y lograr que el mayor número posible de niños vuelva a acceder a una educación formal”, denuncia Andrés Conde. “Necesitamos una financiación de tres a cinco años para ampliar nuestra respuesta y trabajar con el gobierno nigeriano. Esta acción debe incluir a todos los grupos marginales que se escapan del radar educativo, como los huérfanos y los niños con discapacidad”, concluye.
Recomendaciones de Save the Children para mejorar el sistema educativo en la crisis de Boko Haram:
- Los donantes y los gobiernos deben comprometerse a financiar 80 millones de euros para la educación en 2017. Este compromiso debe ser a largo plazo (3 -5 años).
- La comunidad humanitaria debe ampliar de forma urgente la respuesta educativa y trabajar con los gobiernos y las comunidades locales con el objetivo de proporcionar educación de calidad a dos millones de niños, incluyendo a huérfanos y niños con discapacidad.
- Los niños y maestros deben estar protegidos dentro de los centros educativos. Nigeria debe comprometerse a implementar la Declaración de Escuelas Seguras, compromiso político intergubernamental al que se ha adherido recientemente.
Sobre Save the Children
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.
En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.