Shumi, 15 años - Matrimonio infantil Bangladés

#DíaDeLaNiña
La historia de Shumi

  

En países como Bangladés, los padres no suelen casar a sus hijas adolescentes por crueldad o insensibilidad. Lo hacen porque, en los lugares más difíciles del mundo, a menudo creen que es la mejor manera de asegurarles un futuro. Pero las consecuencias para las niñas obligadas a casarse pueden ser devastadoras: abusos o negligencias por parte de maridos que apenas conocen, embarazos precoces y peligrosos, el final de sus estudios y de cualquier posibilidad de construir un futuro acorde a sus ideas.

Ese era el destino al que se enfrentaba Shumi, de 15 años, cuyos padres querían casarla con un hombre que no conocía. Shumi estaba en contra del matrimonio y contó con el apoyo de Yasmin, que colabora en nuestro programa en defensa de las niñas para evitar el matrimonio infantil. Yasmin convenció a la familia de Shumi para que no la casara y la dejaran continuar con sus estudios, y ahora tendrá esa oportunidad. "Quiero tener éxito en la vida", explica Shumi. "Ahora completaré mis estudios y me convertiré en un buen ser humano".

En este vídeo puedes conocer su historia:

El matrimonio infantil mata cada día a más de 60 niñas

Según un nuevo análisis realizado por nuestra organización, con motivo del Día Internacional de la Niña, cada año mueren más de 22.000 niñas a causa de los embarazos y los partos derivados del matrimonio infantil.

En África Occidental y Central, que cuenta con la tasa más alta de matrimonio infantil en el mundo, se producen casi la mitad (9.600) de todas las muertes estimadas relacionadas con el matrimonio infantil, 26 muertes al día. La tasa regional de mortalidad materna en adolescentes es cuatro veces mayor que en cualquier otra parte del mundo.

En el sur de Asia se producen 2.000 muertes relacionadas con el matrimonio infantil al año (seis al día), seguido de Asia oriental y el Pacífico con 650 muertes (dos al día), y América Latina y el Caribe con 560 muertes anuales (casi dos al día).

Aunque en los últimos 25 años se han evitado casi 80 millones de matrimonios infantiles en todo el mundo, los avances se habían estancado incluso antes de la pandemia del COVID-19, que no ha hecho más que agravar las desigualdades que impulsan el matrimonio infantil. Con el cierre de las escuelas, los servicios de salud bajo presión o cerrados y un mayor número de familias empujadas a la pobreza, las mujeres y las niñas se enfrentan a un mayor riesgo de violencia durante los largos confinamientos. Se espera que otros 10 millones de niñas se casen de aquí a 2030, dejando a más niñas en riesgo de morir.

"El matrimonio infantil es una de las peores y más mortales formas de violencia sexual y de género contra las niñas. Cada año, millones de ellas se ven obligadas a contraer matrimonio con hombres a menudo mucho mayores, lo que les roba la oportunidad de seguir aprendiendo, de ser niñas y en muchos casos de sobrevivir”, señala Inger Ashing, directora general de Save the Children Internacional.

Nuestras peticiones

En nuestro informe global Global Girlhood Report 2021: Los derechos de las niñas en crisis, pedimos a los Gobiernos:

1.    Amplificar la voz de las niñas apoyando su derecho a una participación segura y significativa en todas las decisiones públicas. 

2.    Abordar los riesgos inmediatos y actuales de la violencia de género, incluido el matrimonio infantil, poniendo los derechos de las niñas y la igualdad de género en el centro de las respuestas humanitarias y de la COVID-19, de las políticas de desarrollo y de los esfuerzos más amplios para construir mejor.

3.    Garantizar los derechos de todas las niñas, incluidas las afectadas por diferentes formas de desigualdad y discriminación (incluso por motivos de género, raza, discapacidad, situación económica, etc.), mediante el desarrollo de políticas y programas inclusivos. También es necesario mejorar la recogida de datos de forma segura y ética para comprender mejor y responder en tiempo real al impacto de COVID-19 en las crisis económicas, climáticas y relacionadas con los conflictos existentes.

4.    Garantizar la participación segura y sin restricciones del personal humanitario femenino en todos los esfuerzos de respuesta humanitaria, incluidas las evaluaciones de necesidades, y el diseño, la implementación y el seguimiento y la evaluación de todos los servicios humanitarios en todos los niveles. 

5.    Unirse al movimiento Generation Equality, trabajando para cumplir con el Plan de Aceleración Global para la Igualdad de Género, que estableció el objetivo de evitar nueve millones de matrimonios infantiles en cinco años.