Desde Save the Children tememos que las consecuencias del fuerte terremoto que se produjo en Haití el pasado 14 de agosto pueda influir en la educación de los niños y las niñas del país caribeño. La destrucción masiva y la falta de financiación amenazan el acceso a la educación y al apoyo psicosocial fundamental para la infancia. 

Nos preocupa sobre todo que no sea posible que las estructuras escolares temporales que instamos poner en marcha se construyan de manera segura a tiempo para la fecha de inicio prevista, el 4 de octubre, en las áreas más afectadas. Cabe recordar que el terremoto de magnitud 7.2 destruyó o dañó más de 1.060 edificios escolares.

La importancia de la educación

En Save the Children creemos que es vital que los niños y las niñas regresen a la escuela lo antes posible y nos estamos coordinando con el gobierno local para garantizar que los niños y las niñas vuelvan al sistema de aprendizaje y a la seguridad de su rutina. La escuela es importante no solo para la educación de los menores, sino también para su recuperación psicosocial después de sufrir un trauma.

Perpétue Vendredi, subdirector de país de Save the Children en Haití, explicó que “los niños en Haití han sobrevivido a un evento muy traumático, y el miedo y el estrés continúan. Muchos lo han perdido todo: sus hogares, algunos incluso a sus familiares y amigos. Nos dicen que les cuesta conciliar el sueño. Necesitan desesperadamente volver a su rutina y a tener el apoyo que proporciona el entorno escolar".

La escuela es más que un lugar de aprendizaje. Los profesores son figuras adultas fundamentales en la vida de los niños y las niñas, ya que identifican los riesgos de protección y los cambios en sus necesidades de salud mental.

Incluso antes del terremoto, se estimaba que 500.000 niños y niñas estaban en riesgo de abandonar la escuela, en muchos casos debido a cierres por la Covid-19 y la inseguridad. Nuestro reciente informe Build Forward Better clasificó al sistema educativo de Haití entre los quince más vulnerables del mundo, justo por encima de Yemen y Siria.

Nuestra respuesta a la emergencia

Trabajamos en Haití desde 1978, ejecutando programas de nutrición, aprendizaje temprano y saneamiento.

Como parte de nuestra respuesta al terremoto, hemos propuesto construir estructuras semipermanentes hasta que las escuelas dañadas o derrumbadas sean reparadas o reconstruidas. Nuestras estructuras son accesibles para la infancia con discapacidad y pueden durar un mínimo de dos años. Mientras tanto, nos estamos preparando para implementar espacios seguros para la infancia en las comunidades afectadas, para que los menores puedan jugar, dibujar y recuperarse del trauma que han vivido, bajo la supervisión de nuestro personal. 

Al mismo tiempo, planeamos apoyar a las comunidades con capacitación de profesores y maestros, asistencia financiera, material escolar y mobiliario.

La recuperación del terremoto también es una oportunidad para hacer que las escuelas sean accesibles a más niños y niñas. Muchos de los edificios dañados no fueron diseñados para la infancia con discapacidades. Reconstruir las instalaciones teniendo en cuenta a todos los niños y las niñas es vital.