Hospitales de Yemen se quedan sin medicinas para niños en situación de desnutrición extrema

Los niños no pueden recibir tratamiento en los hospitales a menos que los padres puedan llevar sus propias medicinas

Vídeo para TV y fotografías de niños desnutridos en el hospital Al-Sabeen en Saná, Yemen.

Madrid, 28 de septiembre de 2016. Los hospitales en Yemen se están quedando sin suministros y el sistema sanitario está colapsado. La situación ha llegado a tal extremo que se les está pidiendo a los padres que proporcionen sus propias medicinas para tratar a sus bebés y niños desnutridos.

Save the Children alerta de que las familias yemeníes son tan pobres que apenas pueden permitirse los costes de combustible y transporte para llegar a los hospitales. Incluso si las familias consiguen dinero en efectivo prestado para llegar al hospital, luego no pueden permitirse los medicamentos que necesitan una vez que llegan allí.

El médico Abdullah Thabit, encargado de la sección de desnutrición del hospital materno-infantil de Al Sabeen en la capital, Saná, explica: "El sábado dos gemelos murieron porque no teniamos medicamentos. La situación aquí es muy crítica. Cada día recibimos más de tres casos de desnutrición".

"No hay suficientes habitaciones, no hay medicinas y falta personal médico. Los hospitales no pueden pagar más sueldos para traer a más médicos. El salario no es suficiente debido a que la inflación está aumentando y la comida es muy cara", prosigue el Dr. Thabit.

"Mientras tanto, pedimos a los pacientes que compren los medicamentos ellos mismos fuera del hospital. Algunos como no pueden pagarlos, se van y no vuelven, de manera que no sabemos que les va a pasar, especialmente a sus hijos".

El director del hospital, el doctor Hilal AlBahri, denuncia: "Los niños se están muriendo y estamos sin medicinas. El sistema sanitario está totalmente colapsado".

Amal, de tan sólo dos años de edad, está desnutrida por la falta de proteínas y nutrientes. La madre de Amal cuenta desesperada: "Hace veinte días tuvo una diarrea aguda y fuimos inmediatamente al centro de salud más cercano a nuestro pueblo. Pero los médicos nos pidieron que fuésemos al hospital de la capital porque no tenían medicamentos. Cuando llegamos a Saná nos dijeron que teníamos que traer nosotros las medicinas y me vi obligada a vender mis joyas para poder comprarlas. Sabemos que otros padres han tenido que vender sus posesiones o pedir préstamos para poder pagarlas".

Las familias yemeníes cuentan al personal de Save the Children que han perdido sus puestos de trabajo y medios de vida por culpa de la guerra. Por ello, no pueden permitirse el lujo de comprar alimentos y medicinas. Muchos solo pueden hacer una comida diaria.

"Las horribles imágenes de niños muriendo de hambre en Yemen son una reminiscencia de lo que vimos en Etiopía hace 30 años. El mundo parece estar mirando hacia otro lado", denuncia Edward Santiago, director general de Save the Children en Yemen.

Junto a la desnutrición y enfermedades relacionadas, muchos niños han muerto como consecuencia directa de la guerra y existen graves acusaciones de violaciones de los derechos humanos de todas las partes en el conflicto. Al menos 1.188 niños han muerto y más de 1.976 han resultado heridos por los ataques aéreos y combates en tierra desde que estalló la guerra Decenas de escuelas y hospitales han sido atacados y el reclutamiento militar de niños, incluso en primera línea, está muy extendido en el país.

Sobre Save the Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.