Save the Children alerta de la falta de fondos para proteger a la infancia en las crisis humanitarias 

Oslo, 27 de octubre de 2020. Save the Children advierte de que las medidas de protección de la infancia en situaciones de conflicto o de crisis humanitarias, como la asistencia a los niños y las niñas víctimas de violencia o la reunificación de los menores no acompañados con sus familias, sufren una insuficiencia crónica de fondos. Así lo revela el informe ‘Todavía desprotegidos - Programas de financiación humanitaria para la protección de la infancia’ de la Alianza para la Protección de la Infancia en la Acción Humanitaria, de la que Save the Children forma parte.

El estudio, que analiza en profundidad 19 planes de respuesta humanitaria y varios planes de respuesta para refugiados en 2019, muestra que solo el 2% del financiamiento total solicitado a través de llamamientos humanitarios fue para intervenciones de protección infantil y que los agentes humanitarios recibieron menos de la mitad de esa cantidad para salvar vidas de niños y niñas. El informe también muestra un patrón de escasez crónica de fondos para la protección infantil y grandes disparidades en el financiamiento de las respuestas, que oscilan entre el 14% y el 97% en 2019. Esto dificulta el apoyo constante para los niños y las niñas más vulnerables que huyen de la violencia, la explotación y la trata. Durante 2020, la brecha entre las necesidades identificadas y los fondos asignados ha crecido a un ritmo alarmante. En la República Democrática del Congo, por ejemplo, el número de niños y niñas que necesitan apoyo de protección se ha duplicado, pero a mediados de septiembre, la protección infantil dentro del Plan de Respuesta Humanitaria tenía menos del 10% de financiación.

Save the Children pide a los distintos países que los fondos sean más del doble para ayudar a la infancia que ha estado o está en riesgo de abuso, abandono, explotación o violencia. La organización señala que mientras aumentan los riesgos que sufren los niños y las niñas en las crisis humanitarias, los sistemas establecidos para protegerlos se están derrumbando. Save the Children recalca que uno de los mayores riesgos actuales es la pandemia de la Covid-19 y que sus impactos están provocando que las familias vulnerables no tengan oportunidades de proteger y mantener a sus hijos e hijas.

“La falta de mecanismos adecuados para proteger a la infancia están costando la vida de muchos niños y niñas cada día”, apunta Audrey Bollier, Coordinadora de la Alianza para la Protección de la Infancia en la Acción Humanitaria. “Llegar a los niños y las particularmente vulnerables, que pueden ser víctimas de violencia o abuso, o aquellos que han sido separados de sus familias es complejo y delicado. Requiere personal capacitado y tiempo, y nuestro informe muestra que los fondos disponibles no son suficientes”, añade Alison Sutton, directora global de Protección Infantil en Save the Children.

En 2019, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) estimó que 168 millones de personas en 58 países necesitarían asistencia humanitaria en 2020. La Covid-19 se ha extendido rápidamente por todo el mundo y en julio de 2020 el Plan de Respuesta Humanitaria Global COVID-19 tenía como objetivo proporcionar ayuda humanitaria a 250 millones de personas necesitadas en 63 países. 

El informe advierte que, si la comunidad internacional no responde, una generación de niños y niñas pueden quedar expuestos a la explotación, el trabajo infantil y los matrimonios infantiles. Las agencias humanitarias están pidiendo a los donantes y gobiernos que financien por completo la protección infantil en situaciones de crisis y que inviertan verdaderamente en el desarrollo de la capacidad de protección infantil, especialmente entre los actores locales, para garantizar que haya apoyo de calidad disponible para la infancia que vive en los lugares más peligrosos del mundo.