Save the Children alerta del aumento del número de niños y niñas que arriesgan sus vidas en el Mediterráneo huyendo de la crisis de Líbano

Testimonios para medios de comunicación: https://bit.ly/30XPpMb

Beirut, 14 de octubre de 2020 – En los últimos meses, ante el agravamiento de la crisis económica en Líbano, cientos de personas se han visto obligadas a huir del país cruzando el Mediterráneo. En septiembre se produjo un importante aumento: 230 personas en cinco embarcaciones fueron devueltas a Líbano después de intentar alcanzar las costas de Chipre.

 

Entre julio y septiembre de este año, ya son 21 los intentos de abandonar en barco el Líbano, frente a los 17 que se registraron durante todo el 2019. Varias personas, incluidos niños y niñas, han perdido la vida este año en estos peligrosos viajes. "Cuando tuvimos que empezar a beber agua del mar, empezamos a contar los días que nos faltaban para morir", cuenta un adolescente a Save the Children ante su desesperado intento de salir del país. 



Una familia siria formada por nueve personas relata su angustioso intento de cruzar el Mediterráneo desde Líbano a Chipre el mes pasado, describiendo los momentos de impotencia que vivieron a bordo cuando los hijos vieron morir a su madre; en la misma embarcación otros padres tuvieron que atar los cadáveres de sus hijos a los costados del barco, para evitar que sus cuerpos se perdieran en el mar. 



Khaled, de 12 años, se encontraba a bordo cuando su madre, que sufría diabetes, falleció en el octavo y último día del viaje: "Navegamos unas 20 horas hasta que nos quedamos sin combustible y el patrón de la embarcación dijo que nos habíamos perdido. Estuvimos ocho días sin comida ni agua, y la salud de mi madre empeoró. Estábamos desesperados."



Este aumento del número de familias que decide hacerse a la mar para escapar de Líbano se produce en un momento en el que el país, con poco más de seis millones de habitantes, se enfrenta a su peor crisis en tiempos de paz. El aumento de la inflación, el colapso de la libra libanesa y la escasez de artículos de primera necesidad, como medicinas y combustible, junto con un incremento de casos de la Covid-19, han diezmado los medios de vida de la población. 



Los índices de pobreza se han disparado y se estima que 650.000 niños y niñas libaneses más se han visto abocados a la pobreza en los últimos seis meses. Dos meses después de la explosión que arrasó Beirut, Save the Children ha registrado un aumento en un 574% de las solicitudes de apoyo económico y refugio entre las comunidades con las que trabaja. 



Los niños y niñas de esta primera oleada de familias, que embarcaron con sus padres el mes pasado, cuentan cómo estuvieron varados en el Mediterráneo durante más de una semana sin comida ni agua. Las madres a bordo intentaron filtrar el agua salada con sus ropas para saciar la sed de sus hijos e hijas. A pesar de estas trágicas situaciones, Raed de 18 años, hermano mayor de Khaled, insiste en que volvería a intentarlo: "Si se me presenta ahora la oportunidad de viajar de nuevo, haría inmediatamente las maletas. Es por nuestra educación, porque no hay futuro ni esperanza aquí."



El barco en el que viajaba Khaled transportaba a 49 personas que se dirigían a las costas chipriotas, un viaje de casi 180 kilómetros. A bordo viajaban muchos niños y niñas con sus familiares, sin apenas comida y con sólo 15 litros de agua potable. La hermana de Khaled, Baraa de 19 años, que ha estudiado enfermería, intentó ayudar a dos niños, ambos menores de tres años, que luchaban por su vida en los brazos de su madre. "El niño pequeño empezó a tener síntomas de deshidratación. Estuve comprobando su pulso, temperatura y respiración; murió en mis brazos", recuerda esta adolescente.



Según los medios de comunicación locales, el Parlamento chipriota ha acortado los tiempos a las personas solicitantes de asilo para que puedan apelar cualquier rechazo en sus solicitudes, lo que ha permitido a las autoridades realizar deportaciones inmediatas.

"Estamos ante historias reales de niños y niñas que han visto morir a otros, incluso a sus propios padres o madres en un barco que en teoría los trasladaba hacia un futuro mejor. Esto da idea de la situación desesperada de estas familias que arriesgan sus vidas e insisten en que lo harían de nuevo al no ver ninguna esperanza para sus hijos. No pueden soportar otro año como este" señala Jennifer Moorehead, responsable de Save the Children en el Líbano.



Después de haber vendido todas sus pertenencias para pagar su travesía, Khaled, Raed y Baraa, junto con su padre y el resto de sus hermanos, están de vuelta en Líbano luchando por superar la muerte de su madre. "Me preocupa volver a la escuela y que el profesor me culpe por la muerte de mi madre, por embarcarnos en este terrible viaje" cuenta Khaled.



Save the Children solicita al gobierno libanés que priorice su apoyo económico a los niños y a las niñas más vulnerables y a sus familias. También hace un llamamiento a las autoridades chipriotas para que de manera prioritaria se gestionen los casos de menores que llegan a su territorio y les ofrezcan acceso al asilo y la protección conforme al derecho internacional.

Sobre Save the Children



Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.