Save the Children pide que la vuelta a las aulas sea presencial para el alumnado socialmente vulnerable o con necesidad de apoyo educativo 

  • La organización propone la creación de espacios de estudio tutorizados donde los niños y las niñas sin un entorno adecuado en casa puedan estudiar o recibir refuerzo educativo. 
  • La ONG también reclama que se lleven a cabo campañas de comunicación para dar información clara y rigurosa que tranquilice a la infancia y sus familias. 

Madrid, 25 de agosto de 2020. Save the Children pide al Gobierno y a los líderes autonómicos que asistirán a la Conferencia Sectorial de Educación y Sanidad el próximo 27 de agosto que acuerden un mínimo de presencialidad en todas las comunidades autónomas para incluir a infantil y primaria, al alumnado socialmente vulnerable o con necesidad de apoyo educativo y a los centros educativos de alta complejidad. Save the Children insiste en que la edad de los niños y las niñas no puede ser el único criterio de priorización e insta a que se aplique una perspectiva de equidad que tenga en cuenta las diferentes necesidades que tiene el alumnado.  

 

En este sentido, Save the Children propone la creación de espacios de estudio tutorizados en los centros educativos o en instalaciones cercanas a los mismos, que hayan sido cedidas por ayuntamientos o entidades sociales, donde los niños y las niñas que no tienen un entorno adecuado en casa puedan estudiar en las horas lectivas no presenciales o recibir refuerzo educativo. 

La organización también explica que la semipresencialidad no podrá llevarse a cabo si todavía hay niños y niñas que no tienen dispositivos electrónicos o acceso a internet en sus casas y recalca la necesidad de implementar el Programa ‘Educa en Digital’ aprobado el pasado mes de junio. Save the Children habla de la importancia de distribuir lo antes posible los dispositivos a la infancia vulnerable y de formar a docentes y familias sobre un uso responsable de las tecnologías.  

“La semipresencialidad no es una opción real ni para los más pequeños, que no tienen autonomía suficiente, ni para los adolescentes que no tienen espacios ni apoyo adecuado en casa o necesitan más refuerzo. Hay centros donde la semipresencialidad no es viable sin privar a niños y niñas de su educación”, apunta Catalina Perazzo, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children. La ONG recuerda que la educación a distancia se ha mostrado incapaz de asegurar el aprendizaje de todos los niños y las niñas en los últimos meses. “Las administraciones reconocen que entre un 20% y un 30% del alumnado estuvo totalmente desconectado del ritmo escolar durante el confinamiento”, añade Perazzo.  

Save the Children explica que no volver no es una opción para la infancia desfavorecida: los niños y las niñas con menos recursos llevan seis meses desvinculados social y emocionalmente de la escuela, de su profesorado y de sus compañeros y compañeras, y necesitan aprender, volver a socializar y el efecto igualador de la escuela. “Si no se toman medidas urgentes, estimamos un aumento del abandono escolar temprano de 1,7 puntos. Los líderes políticos tienen en su mano que la crisis de inequidad educativa que el confinamiento ha generado empiece a revertirse o se consolide”, advierte Perazzo. 

En caso de empeoramiento de la situación epidemiológica, Save the Children propone mantener el funcionamiento presencial de las escuelas como servicio esencial, priorizando otras medidas de mitigación como el cierre de otros espacios de gran afluencia. La organización indica que la educación presencial debe ser una prioridad nacional e insiste en no cometer los mismos errores que durante los meses de confinamiento: las escuelas fueron las primeras en cerrar y las últimas en abrir. 

Del mismo modo, Save the Children demanda que se asegure el funcionamiento seguro del comedor y se extiendan las becas comedor a todo el alumnado bajo el umbral de la pobreza. “En una situación económicamente difícil para muchas familias, el comedor es fundamental para ofrecer una alimentación equilibrada. Sin embargo, esta crisis ha dejado al descubierto que estas ayudas solo llegan al 11% de los niños y las niñas vulnerables, cuando la pobreza infantil está en el 27,4%. Es necesario que se empiece a trabajar en procedimientos alternativos de distribución de alimentación en caso de aislamiento social como los cátering o las tarjetas monedero”, apunta Perazzo. 

Por último, Save the Children muestra su preocupación ante el hecho de que muchas familias no lleven a sus hijos e hijas a clase por miedo a la Covid-19 y pide al Gobierno y a los líderes autonómicos que adopten medidas concretas y pongan los recursos para garantizar que las clases en septiembre sean seguras. La organización propone seguir el ejemplo de Dinamarca, Noruega o Corea del Sur, países que han reabierto sus colegios de forma segura aplicando medidas dentro y fuera de las aulas: grupos estables reducidos, distancia social, mascarillas, higiene, capacidad de realización de pruebas, rastreo y aislamiento de contactos. Save the Children también reclama que se lleven a cabo campañas de comunicación en colaboración con la comunidad educativa, las AMPA, las asociaciones de estudiantes y los sindicatos de profesorado para proporcionar información clara y rigurosa que tranquilice a la infancia y sus familias. 

Sobre Save the Children 

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países. 

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.