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POLÍTICOS: PROTEGED A LA INFANCIA DE LAS CONSECUENCIAS DEL COVID-19

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NO PODEMOS DEJAR ATRÁS A TODA UNA GENERACIÓN

Estamos viviendo una emergencia económica y social que está golpeando enormemente a la infancia y a las familias más vulnerables. Los hogares en pobreza no pueden comprar los alimentos que necesitan, pagar su vivienda o encender la calefacción. Todo ello, además, tiene impacto en la formación y éxito educativo de niños, niñas y adolescentes.

La crisis del coronavirus ha hecho que 2,2 millones de niños y niñas sufran pobreza (el 27,4% de los menores de 18 años en España, una de las tasas más altas de la Unión Europea). Además, más de 742.000 niños y niñas menores de 18 años en España sufren carencia material severa; es decir, que sus familias que no pueden permitirse una comida de carne, pescado o equivalentes al menos cada dos días ni mantener la vivienda a temperatura adecuada, lo que condiciona gravemente su bienestar.

DEBEMOS FRENAR ESTA OLA DE POBREZA INFANTIL

La pobreza infantil es un problema invisible que no para de crecer y que está afectando gravemente a muchísimos hogares. Casi la mitad de padres y madres a los que atendemos han perdido el empleo por la pandemia y han aumentado en un 63% las familias sin ingresos.

Debemos frenar esta curva de pobreza y desigualdad que lastra a la infancia y a la sociedad en su conjunto. Porque los efectos de la pobreza en la infancia no solo afectan a su bienestar en el presente, sino también en el futuro: el 80% de los niños y niñas que viven en situación de pobreza serán adultos pobres.

firma: LA POBREZA INFANTIL NO PUEDE SER LA NUEVA NORMALIDAD

Esta es la petición que vas a firmar:

Pedimos al Gobierno y a todos los partidos políticos que prioricen a la infancia y a las familias vulnerables en la respuesta a la crisis del coronavirus y se comprometan a:

  • Luchar contra la pobreza infantil mediante el refuerzo de la protección social a las familias con hijos e hijas a cargo a través de:
    • Una mejora del Ingreso Mínimo Vital para que se iguale el umbral de acceso establecido al de pobreza moderada o, como mínimo, severa; y se incluya a jóvenes extutelados entre 18 y 23 años sin niños o niñas menores de edad a cargo, personas solicitantes de asilo y familias con menores de edad en situación de irregularidad.
    • La implementación de una nueva ayuda a la crianza que, en clave redistributiva y equiparada a los niveles de apoyo a la infancia existentes en la Unión Europea, promueva mayores niveles de conciliación y alcance un mayor número de familias con bajos ingresos más allá de las beneficiarias del IMV en los supuestos de hogares con menores de edad a cargo.
    • La prohibición de los cortes de suministro energético como lucha contra la pobreza energética, más allá de la vigencia del estado de alarma. Pedimos que esto sea aplicable a todas las situaciones de vulnerabilidad, con atención específica a la presencia de niños y niñas en el hogar. En paralelo, debe avanzarse hacia una reforma del bono social basada en la integración (eléctrico, térmico y gasista) y la tarificación social, más acorde con las necesidades de consumo y niveles de ingreso de los hogares.
  • Asegurar a todos los niños y las niñas en situación de pobreza acceso a un colegio sin segregación, con instalaciones y recursos, a comedor gratuito y a refuerzo educativo para evitar la repetición y asegurar su éxito escolar.
  • Hacer frente a la crisis habitacional que se manifiesta en forma de impagos, desahucios y otras formas de vulnerabilidad, mediante:
    • Priorizar las ayudas autonómicas directas al pago de vivienda, tanto de hipoteca como de alquiler, hacia las unidades de convivencia perceptoras del Ingreso Mínimo Vital, rentas mínimas o nuevas prestaciones de garantía de ingreso que se generen, ligando ambos tipos de apoyo.
    • Ampliación del parque de vivienda pública de alquiler social, siendo la presencia de niños y niñas un criterio prioritario para atender las demandas habitacionales.
  • Garantizar el acceso de la infancia a servicios sanitarios de calidad. Específicamente, se debe reforzar el sistema de Atención Primaria y Salud Mental infantil y juvenil desde el punto de vista de la prevención y de la atención.
  • Aprovechar la Garantía Infantil Europea que insta a que España asegure el acceso gratuito o, cuanto menos, efectivo a servicios en ámbitos clave para el desarrollo de la infancia (sanidad, educación 0-3, educación infantil, vivienda y nutrición). La estrategia, acciones e iniciativas que habiliten este proceso deben concretarse en un Plan de Acción Nacional, cuya elaboración inicia próximamente y debe contar con la experiencia de las entidades de infancia en contacto con las necesidades de los niños y niñas.
  •  Revertir en los Presupuestos Generales del Estado para 2022, que inician su andadura, el impacto de la pandemia en las condiciones de vida y bienestar de muchos niños y niñas en España que, aunque no han sido los más afectados epidemiológicamente por la pandemia, se están convirtiendo en las principales víctimas de la crisis social y económica provocada por ella.

Nuestras propuestas son realizables a través de los Fondos Europeos de Recuperación. Debemos garantizar la inclusión de la infancia en los Planes de Recuperación, Transformación y Resiliencia, tanto a nivel estatal como autonómico, para que se lleven a cabo las reformas e inversiones necesarias que garanticen que nadie se quede atrás.