La infancia y la adolescencia sigue
sufriendo violencia durante el confinamiento
Urge llevar a cabo medidas inmediatas que protejan a niños, niñas y adolescentes de la violencia que puedan estar sufriendo con motivo del confinamiento.
En esta crisis provocada por la Covid-19, los niños y niñas que sufren violencia en el hogar pasan 24 horas al día y siete días a la semana con la persona que les agrede.
La violencia encuentra su refugio en las paredes de casa. Ante este riesgo resulta vital que los mecanismos de detección y actuación lleguen allí donde no se puede llegar de forma presencial.
Entre las acciones que desde Save the Children instamos a poner en práctica en la mayor brevedad se encuentran:
1. Crear canales seguros de denuncia y notificación de situaciones de violencia para niños, niñas, adolescentes, adaptados a la situación de aislamiento. Creemos que sería importante habilitar en la web de la Policía Nacional un chat seguro y confidencial de denuncia y que esté adaptado al lenguaje, madurez y edad de niños, niñas y adolescentes. Actualmente, la policía no acepta, a través de su oficina virtual de denuncia, comunicaciones realizadas por menores de edad, aquellas relativas a hechos producidos con violencia física o intimidación, ni aquellas de naturaleza violenta o sexual.
2. El contacto directo entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y plataformas sociales. Es fundamental que quien vela sobre el bienestar de los niños, niñas y adolescentes se ponga en contacto con las principales plataformas y redes sociales usadas por menores para explorar la posibilidad de incluir en ellas herramientas de denuncia.
3. Poner en marcha campañas de sensibilización y concienciación, de prevención y denuncia de la violencia dirigidas tanto a la población adulta como a la infantil y juvenil, adaptando en cada caso el lenguaje a la edad correspondiente.
4. Reforzar la capacidad de detección, identificación y actuación ante casos de violencia por parte de los Servicios Sociales y de Protección, docentes y demás profesionales que trabajan con infancia.
Firma para que se
tomen medidas urgentes
Estas medidas son urgentes y deberían materializarse cuanto antes y mantenerse en el futuro, en el marco de aprobación de la prometida Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, cuya tramitación parlamentaria sabemos que estaría en curso si no hubiera surgido la crisis provocada por la Covid-19. Esta norma serviría como hoja de ruta para incorporar la lucha contra la violencia en la vuelta a la ‘nueva normalidad’ y al final del confinamiento.
Es esencial que en esta situación de confinamiento la población esté especialmente concienciada sobre la problemática que supone la violencia hacia la infancia, así como de que se ha de prevenir y, en caso de sospecha, notificar a las autoridades. Sin embargo, según los datos de un estudio propio sobre percepción de la violencia (realizado entre el 15 y el 20 de marzo de 2019 a una muestra de 1.887 personas), a pesar de que más del 90% de la población encuestada considera grave o muy grave la violencia hacia la infancia, el 17% no considera que lo sea insultar, amenazar o descalificar, así como tampoco el 8,6% cree que lo sea dar golpes con pies, puños con objetos como cinturones.