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Bombas, hambre, enfermedades... La triple amenaza para la infancia en Yemen.

La guerra, que lleva casi una década asfixiando Yemen, ha provocado que millones de niños y niñas en el país dependan de la ayuda de organizaciones como Save the Children para sobrevivir.

La infancia está pagando el precio más alto del conflicto. Miles de niños han tenido que dejar su hogar huyendo de las bombas, que han destruido casas, colegios y hospitales. Además, el colapso de la economía está impidiendo que las familias puedan acceder a comida, agua, combustible o medicinas.

Esta crisis ha llevado al país a una situación totalmente catastrófica: puertos y aeropuertos en ruinas, hospitales bombardeados y centros sanitarios colapsados, falta de alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad.  

La historia de Nusair

Nusair llegó a nuestras clínicas con una grave desnutrición. Tras unos días de tratamiento cogió algo de peso. Cuando volvimos a hacerle una revisión un par de meses después su casa estaba vacía. Un vecino nos dijo que habían huido por los bombardeos. Días después nuestro equipo localizó a Nusair. Su familia estaba en una zona remota, lejos de cualquier centro de salud, y se habían refugiado en una casa abandonada sin apenas un tejado que los protegiera de la lluvia.

Su madre, Suad, nos contaba que tuvieron que dejarlo todo para salvar la vida. “Ahora no tenemos apenas qué comer, pero al menos los niños están a salvo de los ataques. No duermo por la noche pensando en que no podría seguir viviendo si algo les pasara a mis hijos”.

Nusair estaba mucho peor, su desnutrición había empeorado y llevaba días con diarrea. Su familia no tenía dinero para pagar el viaje hasta el hospital ni para comprar la comida que necesitaba. Apenas se movía en los brazos de su madre. Enseguida lo llevamos al hospital y desde entonces estamos cubriendo los costes del transporte para las visitas a nuestras clínicas.

3 años después, Suad nos cuenta orgullosa: "Ahora ha ganado más peso y está mucho mejor de salud. Le encanta acompañar a su padre cuando sale y dar paseos en bicicleta".

Gracias a las donaciones, Save the Children ha podido proporcionar tratamiento a Nusair y apoyo a su familia.

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Trabajamos en 115 países mejorando la vida de 49 millones de niños y niñas.