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Infancia y
guerra

  

Todas las guerras, justas o injustas, desastrosas o victoriosas, son guerras contra los niños

Eglantyne Jebb

A día de hoy hay uno de cada cinco menores en todo el mundo, aproximadamente 420 millones, viven en zonas de guerra; 30 millones más que en 2016. La guerra moderna no tiene un único frente, sino que se libra en ciudades, pueblos y aldeas.

La infancia, en lugar de estar protegida, es atacada constantemente. Las escuelas y los hospitales han dejado de ser refugios seguros y han pasado a ser usados con fines militares. Los más vulnerables de la sociedad han pasado a ser objetivo. Son reclutados para ser niños soldados, separados de sus familias y sometidos a violencia sexual. Los efectos de la guerra en la infancia es devastadora.

“Se trata de una auténtica guerra contra la infancia: en los conflictos actuales hay cinco niños asesinados por cada soldado muerto en combate. Exigimos a los líderes mundiales que dejen de mirar para otro lado y que tomen medidas contra aquellos grupos armados, fuerzas militares y Estados que incumplen las leyes y tratados internacionales que les obligan a proteger a la infancia en situaciones de conflicto”, señala Andrés Conde, director general de Save the Children.

Los peores lugares para ser niño o niña

Nadie elige vivir en un lugar en guerra, pero los niños y niñas que viven en países como República Democrática del Congo, Yemen, Siria, Uganda, Sudán del Sur, o simplemente son Rohingya, pasan miedo día a día pensando quién será la siguiente persona de su entorno en desaparecer.

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En estos países se encuentran algunos de los niños más necesitados y marginados del mundo. Donde hay conflicto, hay muertes, heridos, violencia y traumas. Estos niños no disfrutan de su infancia, sino que se ven obligados a ser testigo de situaciones que ningún niño debería vivir.

100 años protegiendo a los niños y las niñas de la guerra

Nosotros nacimos hace 100 años después de la Primera Guerra Mundial. Atendimos a la infancia que moría de hambre en Alemania y Europa del Este. Nuestro trabajo no ha dejado de ser necesario. Durante estos 100 años hemos protegido a los niños y niñas en conflictos armados, haciendo lo que sea necesario para mantenerlos a salvo de los peligros de la guerra, apoyándolos que vayan a la escuela, que tengan asistencia médica y que reciban los alimentos necesarios para poder soñar con otro futuro.

Sin embargo, la responsabilidad de proteger a los niños y las niñas de la guerra, debería ser una responsabilidad compartida con los gobiernos. Los ataques deliberados e indiscriminados en escuelas y universidades hacia los estudiantes y el personal docente se han incrementado en los últimos cinco años, 41 países han sufrido más de cinco ataques a zonas escolares y más de la mitad de las escuelas en Siria están vacías o destruídas.

 


¿Qué estamos pidiendo?

La enseñanza y el aprendizaje se han vuelto cada vez más peligrosos, y las vidas de los estudiantes, profesores y académicos a menudo corren peligro. Las escuelas y las universidades deberían ser espacios seguros y protegidos, pero las fuerzas armadas y los grupos armados continúan convirtiéndolos en sitios de intimidación y violencia.

Si no se hace nada por evitar este tipo de situaciones, habrá una generación perdida. Por eso en Save the Children estamos pidiendo a los líderes mundiales que firmen la declaración de escuelas seguras y aseguren que ninguna escuela más vuelva a ser bombardeada.

Fátima tiene 3 años y es una víctima de la Guerra

NO MÁS ESCUELAS
BOMBARDEADAS

504.835 personas ya han firmado.

¿Cómo lo vamos a conseguir?

Gracias a vuestras firmas y al apoyo que nos estáis dando vamos a estar presentes en una serie de conferencias y eventos en los que queremos incidir.

Conferencia de Seguridad

Munich

Acto #MakeSchoolSafe en el Palacio de la Paz

La Haya

Con la infancia en España

Conferencia de Escuelas Seguras

Mallorca

Una organización global

Llamamiento en la Asamblea General de la ONU

Nueva York

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