La lotería de la vida: informe sobre mortalidad infantil
- En su informe “La lotería de la vida”, Save the Children alerta de que, a pesar de que desde 1990 hasta hoy se ha reducido la mortalidad infantil a la mitad, si no se toman medidas, para 2030 aún morirán cuatro millones de niños por causas que se pueden prevenir o curar.
- La reducción en las tasas de mortalidad a nivel global no se está produciendo por igual en todos los estratos sociales. Por tanto, las posibilidades que tiene un niño de sobrevivir son una lotería que depende de si vive en ciudad o en zona rural, de si pertenece a alguna etnia o de los recursos económicos de sus padres.
La mortalidad infantil se ha reducido a la mitad en los últimos 15 años, hoy mueren 17.000 niños menos cada día que en 1990. Pero aún queda mucho por hacer. Durante 2013, más de 6 millones de niños menores de cinco años murieron en todo el mundo por causas que se pueden prevenir o curar y, si continúa esta tendencia, en 2030 todavía morirán cuatro millones de niños. Según explica Save the Children en su último informe, La lotería de la vida, la mayoría de estas muertes tendrán lugar en las zonas más vulnerables, pobres o marginadas.
En la mitad de los países en vías de desarrollo, las desigualdades a la hora de reducir los índices de mortalidad infantil dentro del propio país se están disparando. Por ejemplo, en Camboya, los niños que nacen en los hogares más pobres tienen casi 5 veces más posibilidades de morir antes de cumplir los cinco años que los que viven en los hogares más ricos.
“Las posibilidades que tiene un niño de sobrevivir son una lotería, depende de si vive en ciudad o en zona rural, de si pertenece a alguna etnia o de si sus padres tienen más o menos recursos económicos. Es intolerable que un niño dependa de la suerte que tenga al nacer para sobrevivir” explica David del Campo, Director de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de Save the Children.
- En Níger, un niño nacido en la región con la tasa de mortalidad infantil más alta tiene casi cinco veces más posibilidades de morir antes de cumplir los cinco años que un niño nacido en la región con la tasa de mortalidad más baja. Esta desigualdad se ha duplicado desde 1998.
- En Indonesia, un niño nacido en los hogares que conforman el 40% más pobre tiene dos veces más posibilidades de morir que un niño nacido en los hogares que conforman el 10% más rico. Esta desigualdad se ha duplicado desde 2002.
- En Honduras, un niño nacido en la región de las Islas de la Bahía tiene más de tres veces más posibilidades de morir que un niño nacido en la región más favorecida del país. Esta desigualdad ha aumentado considerablemente desde 2006.
- En Vietnam, un niño nacido en la etnia Kinh tiene más de tres veces más posibilidades de morir que un niño no perteneciente a este grupo.
Acabar con la desigualdad. Poner a los últimos en primer lugar
Es posible acabar con esta desigualdad. De hecho, casi una quinta parte de los 87 países analizados en el informe, entre ellos Ruanda, Malawi, México o Bangladesh, han disminuido las tasas de mortalidad infantil en todos los estratos sociales y económicos del país. Según Save the Children, los países que disminuyen las desigualdades, progresan más rápidamente en la reducción de la mortalidad infantil.
Reducir la tasa de mortalidad de manera equitativa en todas las capas de la sociedad, sin dejar fuera a los más desfavorecidos, implica:
- Asegurar que los grupos más desfavorecidos, a los que es más difícil llegar, tengan acceso a servicios de salud universales y de calidad.
- Abordar las distintas dimensiones de la pobreza y las causas subyacentes. Mejorar el acceso al agua y saneamiento, posibilitar el acceso a una educación de calidad y asegurar un nivel de vida digno a través de políticas de protección social.
- Realizar una inversión adecuada en los sistemas de salud y en otros ámbitos sociales, redistribuyendo los recursos nacionales de forma que lleguen a toda la población.
El marco post 2015
El marco de desarrollo global que se acordará en septiembre de 2015 en la sede de Naciones Unidas es una gran oportunidad para cambiar la tendencia global y acabar con la desigualdad. Este marco debe plantear objetivos ambiciosos en cuanto a supervivencia infantil y materna y fijar el compromiso de trabajar hacia una cobertura sanitaria universal.
Además, debería incluir objetivos que aseguren que se tiene en cuenta a los niños más pobres, marginados y vulnerables en la lucha contra la mortalidad infantil de aquí a 2030.
“Desde Save the Children pedimos a la comunidad internacional que se comprometa a terminar con los muertes prevenibles de aquí a 2030. Sabemos que el cambio es posible. Tenemos una gran oportunidad y los líderes mundiales deben hacer todo cuanto esté en su mano para lograrlo” añade del Campo.