Presentamos la biografía
de nuestra fundadora Eglantyne Jebb
Eglantyne: impulsora de los Derechos del Niño
Presentamos la biografía de Eglantyne Jebb (1876-1928), fundadora de nuestra organización; una mujer que se recuerda por su dedicación a la infancia y por ser la impulsora de la declaración de los Derechos del Niño. El libro La mujer que salvaba a los niños, de Clare Mulley, explica cómo Eglantyne Jebb fue capaz hace cien años de convencer a la clase política y a la sociedad británica de la necesidad de ayudar a los niños y niñas del “bando enemigo” después de la Primera Guerra Mundial.
A la presentación de la biografía asistieron Charo Izquierdo, miembro del patronato de Save the Children; Clare Mulley, autora del libro; Roger Domingo, director editorial dentro del grupo Planeta; y la periodista Helena Resano.
“Cuando conocí la historia de Eglantyne, su coraje y su valentía, sentí que tenía que escribir un libro sobre ella”, destacó Clare Mulley durante la presentación. La fundadora de Save the Children y su hermana desafiaron esos límites impuestos y consiguieron concienciar e informar sobre lo que sucedía al otro lado del mar con los niños y niñas alemanes después de la Primera Guerra Mundial. “Es importante dar a conocer la figura Eglantyne porque su historia es la de una mujer que logró romper estereotipos de género, cambiar mentalidades e impulsar los Derechos del Niño”, añadió.
La primera organización dedicada solo a la infancia
Las arriesgadas campañas que llevó a cabo Eglantyne Jebb lograron poner de su lado a personalidades de la época tan relevantes como Winston Churchill o el papa Benedicto XV, pero también la llevaron a la cárcel. El reparto de folletos informativos que contaban la hambruna que sacudía Europa le hizo ir a prisión. Sin embargo, en julio de 1919, solo seis semanas después de la fundación de Save the Children, Eglantyne Jebb ya había logrado recaudar 400.000 libras esterlinas para ayudar a la infancia del “bando enemigo” de los ingleses.
Durante la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña movilizó para el conflicto a más de cinco millones de hombres, la mayoría menores de cuarenta años. Uno de cada ocho no regresó. La pérdida de una generación de jóvenes alentó enormemente el odio de la prensa y del pueblo británico hacia el “bando enemigo”. Las hermanas Jebb, Eglantyne y Dorothy, fueron censuradas por la prensa británica por promover la paz y querer ayudar a los niños y niñas de Europa tras la Primera Guerra Mundial.
Tras la gran guerra, nuestra organización siguió ayudando allí donde más hacía falta. En 1921 apoyamos a la infancia en la devastadora hambruna de Rusia en la que entre 15 y 20 millones de personas se enfrentaban a la inanición. En 1923 proporcionamos ayuda por primera vez fuera de Europa y de Oriente Próximo y otorgamos subvenciones a Egipto y Chile, así como a Japón tras unos terremotos que dejaron más de 200.000 muertos.
La Convención sobre los Derechos del Niño
En marzo de 1922 Eglantyne Jebb propuso por primera vez un documento que definiera los deberes de los adultos para con la infancia, y que cada país reconociera mediante la intervención del Estado o de la acción privada. En 1924 la fundadora de la Save the Children fue la principal promotora de la Declaración de Ginebra, un documento que se convirtió en la base en 1959 para la Convención sobre los Derechos del Niño.
En un plazo de cinco años desde su creación, Eglantyne Jebb logró crear 40 comités nacionales y recaudar 4 millones de libras esterlinas en todo el mundo para ayudar a niños y niñas de 30 países diferentes. Desde entonces nuestra organización no ha parado de crecer, defendiendo los derechos de la infancia en países como España, Etiopía, Grecia, Líbano, México, Myanmar, Sierra Leona, Somalia o Yemen.
Hace 100 años Eglantyne aumentó la conciencia pública sobre la vulnerabilidad universal de la infancia y ahora queremos que se dé a conocer su historia. Por esta razón, hemos adaptado junto a la editorial Alienta (Grupo Planeta) esta biografía para dar a conocer la vida de una mujer brillante y apasionada, que ayudó a salvar millones de vidas y cambió para siempre la forma en la que el mundo trata a la infancia. El proyecto cuenta también con la colaboración de Iberia, Renfe y Vueling.