NO A LA GUERRA
conTRA LA INFANCIA
Mueren más niños y niñas que soldados
Nunca en los últimos 20 años ha habido tantos niños y niñas viviendo en áreas afectadas por los conflictos armados. 1 de cada 5 menores en el mundo vive en zonas de guerra, aproximadamente 420 millones de niños y niñas.
Lanzamos la campaña No a la guerra contra la Infancia para denunciar la situación crítica de millones de niños y niñas en el mundo que se han convertido en un objetivo de guerra en los conflictos armados.
Los 10 países con conflictos armados en los que la infancia ha sido más castigada son: Afganistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Irak, Mali, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur, Siria y Yemen.
En estos países, durante el periodo 2013 y 2017, al menos 870.000 personas han muerto por las consecuencias indirectas de la guerra. Estas consecuencias son la desnutrición, la falta de agua, las enfermedades, la falta de saneamientos y atención sanitaria. En concreto, se calcula que más de 550.000 eran niños y niñas menores de 5 años.
Estos niños y niñas mueren por causas totalmente evitables:
- Debido a bloqueos humanitarios los alimentos y medicamentos más esenciales no llegan
- Se bombardean escuelas y hospitales
El número de soldados fallecidos fue de 175.000 frente al más de medio millón de niños y niñas asesinados. Mueren más niños y niñas que soldados. Se trata de una guerra contra la Infancia.
El INFORME "NO A LA GUERRA CONTRA LA INFANCIA"
En el informe No a la guerra contra la Infancia revelamos una serie de datos alarmantes y preocupantes sobre las consecuencias directas e indirectas de las guerras sobre los niños y niñas. Además de recopilar las duras historias de varios niños y niñas víctimas de los conflictos armados.
El número total de violaciones graves contra niños y niñas durante conflictos armados, denunciadas por Naciones Unidas, se ha triplicado desde el año 2010 llegando a la cifra más alta de la historia: 25.000 solo en 2017.
Durante un conflicto armado se llegan a cometer 6 violaciones graves contra los derechos de la infancia:
- El secuestro
- El asesinato y la mutilación
- El reclutamiento y la utilización de los niños y las niñas como soldados
- Los ataques a centros educativos y hospitales
- La denegación de acceso a la asistencia humanitaria como objeto de guerra y presión
- La violencia sexual, especialmente contra las niñas, las más vulnerables en estos países en conflicitos
Los niños y niñas viven ataques por parte de grupos armados y fuerzas militares que desprecian las leyes y tratados internacionales, mientras los líderes mundiales miran para otro lado. También se bloquea la ayuda humanitaria como arma de guerra.
En Yemen, más de 85.000 niños y niñas han muerto de hambre. No podemos guardar silencio mientras estos crímenes contra la infancia se están cometiendo en este momento con total impunidad.
¿Qué pedimos?
Desde Save the Children, pedimos desde la firma de la Declaración de Escuelas Seguras hasta el establecimiento de los 18 años como edad mínima para el reclutamiento militar, pasando por la prohibición del uso de armas explosivas en áreas pobladas o el endurecimiento de las condiciones para la venta de armas en esta petición dirigida al Gobierno de España.
Los países que venden armas y equipos militares a las distintas partes de los conflictos bélicos deben ser conscientes de que existen grandes probabilidades de que esas armas sean utilizadas en ataques deliberados contra los niños y niñas.
Zahara*, 11 años. Siria.
Ella y su hermana Fátima*, de 3 años, tuvieron que abandonar su casa en Siria por los violentos enfrentamientos y los fuertes bombardeos.
Ahora viven en un refugio temporal, una antigua tienda de carbón, por lo que están constantemente cubiertas de polvo negro.
Estos niños y niñas viven en condiciones miserables y peligrosas
Las condiciones de vida son miserables y peligrosas para los miles de niños y niñas que han tenido que huir del conflicto y viven en tiendas de campaña endebles o en edificios a medio construir sin ventanas ni puertas.
Los casos de anemia y desnutrición también son comunes, debido a que los niños, las niñas y las mujeres embarazadas no tienen acceso a alimentos nutritivos.
En años anteriores, en Siria, los niños y niñas más pequeños murieron congelados en los campamentos de desplazados. Este invierno, con 1,5 millones de personas que fueron desplazadas en el último año y con la escasez de refugio, mantas y combustible para calefacción, los riesgos serán aún mayores.
"Los niños con desnutrición y los más pequeños son particularmente vulnerables a las enfermedades y dolencias de este clima", explica Sonia Khush, directora de Save the Children en Siria.
En los centros de salud que cuentan con el apoyo de Save the Children en el área, a menudo, vemos enfermedades que aparecen por las condiciones de vida insalubres y de hacinamiento, como infecciones de oídos, ojos y vías respiratorias.
Ismail*, 9 años. Yemen.
Ismail tenía 7 años cuando el autobús escolar en el que viajaba fue alcanzado por un ataque aéreo en Yemen.
En el ataque murieron 40 niños y niñas, la mayoría menores de 10 años.
A Ismail le gustaría que la guerra acabase. Sueña con ser médico para poder tratar a los niños.
CUANDO IR A LA ESCUELA SE CONVIERTE EN UN PELIGRO
La posibilidad de aprender y enseñar se ha vuelto imposible en muchos países en guerra, sobre todo para las niñas. Las escuelas, los hospitales y otros lugares que deberían ser espacios de protección y desarrollo de la infancia se han transformado en objetos de ataque.
“Es impactante ver que en pleno siglo XXI se esté produciendo un retroceso en los estándares éticos y morales más básicos: la infancia y los civiles nunca pueden ser un objetivo de guerra”, nos señala Helle Thorning-Schmidt, directora de Save the Children Internacional.
España, cómplice de la guerra contra la infancia
España, a pesar de tener una legislación restrictiva en materia de trasferencia de material de defensa y de haber firmado el Tratado sobre Comercio de Armas, sigue exportando armas a países en conflicto que cometen terribles violaciones contra la infancia.
España tendría que incrementar la ayuda y asistencia a los niños atrapados en conflictos armados en vez de vender armas.
Los países que venden equipos militares a las distintas partes de los conflictos bélicos deben ser conscientes de que existen grandes probabilidades de que esas armas sean utilizadas en ataques deliberados contra los niños y niñas.
Firma nuestra petición hoy y di no a la guerra contra la Infancia.