Así trabajamos en la crisis rohingya
El pueblo rohingya lleva décadas sufriendo la discriminación y la persecución en Myanmar. Desde el pasado mes de agosto los ataques violentos a sus poblaciones han hecho que más de 700.000 personas hayan tenido que escapar a la vecina Bangladesh para sobrevivir.
Las personas que llegan al campo de refugiados en Cox´s Bazar hablan de incendios, asesinatos, violaciones y abusos de todo tipo. Las víctimas de todos estos actos han sido tanto personas adultas como niños y niñas, que han visto horrores que ningún niño debería ver jamás.
La oleada de llegadas que se ha producido ha generado que más de 1 millón de refugiados rohingya se encuentre viviendo en situación de hacinamiento e insalubridad en los campos de refugiados de Cox´s Bazar de Bangladesh. De ellos, 400.000 son niños y niñas.
La inminente llegada del monzón hace que aumenten los riesgos para la infancia: desnutrición, propagación de enfermedades como el cólera por la falta de agua potable y la destrucción de los chamizos de bambú en los que ahora viven.
En Save the Children estamos trabajando sin descanso para atender las necesidades más urgentes de estos niños y niñas y sus familias. Repartimos alimento entre las familias, tenemos unidades médicas de emergencia, espacios de enseñanza temporal para asegurar la educación de los niños y niñas que viven en los campos y espacios seguros para la infancia donde pueden jugar y recibir la atención psicológica que necesitan para superar el trauma que han vivido.
Gracias al apoyo de personas como tú seguiremos estando al lado de la infancia rohingya y sus familias. Vamos a seguir luchando para salvar sus vidas, asegurarles una educación y facilitarles la posibilidad de construir el futuro al que tienen derecho.
Los niños rohingya refugiados en Cox Bazar, Bangladesh, necesitan nuestra ayuda.