Infancia en emergencia
ESCAPAR DE LA VIOLENCIA
Saja tiene 11 años y vive desde hace meses en un campo de desplazados en Irak a donde llegaron escapando de la violencia de la guerra.
La familia de Saja vivió los bombardeos en su aldea durante 6 meses viendo cómo los grupos armados aparecían con frecuencia y atacaban algunas casas. Cuando la escuela se convirtió en un objetivo de guerra, los padres de Saja decidieron marcharse junto a los tíos y primos de Saja. Huyeron una mañana con lo puesto. Abandonaron su aldea en coche y siguieron el camino de las montañas. Durante el trayecto escucharon de repente una explosión tras ellos y vieron cómo el coche de los tíos de Saja explotaba tras el impacto de un misil.
El resto del camino hasta llegar al campo fue muy duro. Tuvieron que pasar varias noches en casas abandonadas en la montaña sin apenas agua y comida, y el hermano pequeño de Saja sufrió deshidratación.
En casa mis hijos iban al colegio y tenían muchos amigos. A Saja le gustaba mucho ir al colegio y siempre traía a casa animales para cuidar de ellos. Sueña con ser veterinaria."
Sumaya, madre de Saja
ESPACIOS SEGUROS PARA LA INFANCIA
Cuando llegaron al campo los niños no querían salir de la tienda que les habían asignado y preguntaban continuamente por su aldea, sus amigos y su casa. Cuando Save the Children abrió en el campo el Espacio Seguro para la Infancia trataron de convencer a Saja para que acudiese. Comenzó a ir diariamente y ahora regresa cada día contando lo que ha estado haciendo, tiene amigas y su madre dice que la ve disfrutar como cuando iba al colegio.
ATENCIÓN PSICOLÓGICA, EDUCACIÓN Y JUEGO
Cuando se produce una emergencia en Save the Children trabajamos para atender las necesidades de los niños y niñas que la sufren. Además de cubrir las necesidades más básicas como alimento, agua, elementos de higiene o atención sanitaria, es importante también cuidar de las heridas y las secuelas que en los niños y niñas quedan más ocultas: las emocionales.
Los espacios seguros para la infancia son parte fundamental de nuestra atención en emergencias. En ellos los niños y niñas reciben atención psicológica que les ayuda a superar los traumas y las duras experiencias que, como Saja, muchos de estos niños han vivido. Abandonar repentinamente sus hogares, perder a seres queridos o ser testigos de múltiples situaciones de violencia son experiencias que marcan el desarrollo emocional de estos niños y niñas y es necesario que cuenten con el acompañamiento de profesionales que les ayuden a procesarlos y superarlos.
Los espacios seguros son también un espacio de juego donde, en medio de campos de refugiados o de zonas que han quedado destrozadas por alguna catástrofe natural, los niños y niñas encuentran la posibilidad de vivir con tranquilidad su tiempo de infancia. Se fomentan las relaciones de amistad y se trabaja también a través del juego para acompañar los procesos psicosociales.
Aquí también se trata de facilitar un espacio para el aprendizaje donde poco a poco los niños y niñas puedan reanudar sus hábitos de estudio y puedan seguir soñando con una oportunidad de futuro.
Me gusta venir al espacio seguro porque es como en mi casa, todo el mundo juega junto. Me gustan mis amigos y el espacio porque hay muchos juguetes y los profesores nos cuidan.", dice Saja.
Gracias al apoyo que recibimos de nuestros socios y donantes podemos responder con rapidez ante situaciones como las que viven millones de niños y niñas como Saja. Para que durante el tiempo que permanezcan en el campo de refugiados puedan tener acceso a un espacio seguro en el que poder recuperarse, jugar y tener acceso a una educación.
Saja puede al fin hablar de las difíciles experiencias que tuvo que vivir y cuenta con el apoyo de nuestros profesionales para superarlo. Tiene amigas y amigos con los que juega y ríe en el espacio seguro y ha recuperado la ilusión por cumplir su sueño de ser veterinaria.
En Save the Children seguimos trabajando para que en situaciones de emergencia millones de niños y niñas en todo el mundo cuenten con todo el apoyo y la ayuda que necesitan para recuperarse de los traumas que han vivido, cuenten con un espacio donde sentirse a salvo y sigan persiguiendo sus sueños.