Las escuelas, un lugar seguro en Colombia
Vivir en un contexto de conflictos y grupos armados significa que las niñas y los niños crecen en una cultura de violencia. La participación en grupos armados tiene consecuencias nefastas, con altos índices de homicidios y muertes violentas. Esto lleva consigo la presión del uso de armas, así como el consumo y venta de drogas por parte de niños y niñas desde los 7 años. La violencia sexual es común como arma de guerra, de esta forma se controla el territorio, desmoraliza a los opositores y desencadena el desplazamiento.
Por lo tanto, la prevención y respuesta al reclutamiento y la violencia es una prioridad absoluta en los municipios seleccionados por el proyecto. Los niños, niñas y adolescentes corren un riesgo significativo de ser testigos o experimentar altos niveles de violencia, incluido el reclutamiento por parte de grupos armados.
¿QUÉ ES LA PREVENCIÓN Y MITIGACIÓN DE DESASTRES?
La prevención y mitigación es todo lo que hacemos para asegurarnos de que no suceda un desastre o, si sucede, que nos perjudique en la menor medida posible. La mayoría de los fenómenos naturales no pueden impedirse; pero sí podemos reducir los daños que causan.
El Proyecto “Escuelas Protectoras y Protegidas por la comunidad”, que se ha llevado a cabo desde el ámbito educativo y comunitario trata la prevención y la respuesta ante riesgos derivados del conflicto armado y los desastres, lo que llamamos Doble afectación. Implementado en la costa caucana y nariñense por Save the Children Colombia en alianza con la Cruz Roja colombiana y financiado por la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea DG-ECHO.
¿QUÉ RIESGOS PUEDEN EXISTIR EN LA ESCUELA?
La población colombiana está expuesta cada día a diferentes riesgos, como los desastres naturales, conflictos y crisis humanitaria. Más concretamente las zonas rurales de las comunidades costeras del Cauca debido a su situación socioeconómica y a la existencia de grupos guerrilleros en la zona.
Según la Unidad Nacional para la Gestión del riesgo de Desastre (UNGRD), Colombia se estima en un nivel muy alto de riesgo de desastres, con un 86% de la población colombiana expuesta a un alto riesgo sísmico, un 28% a una alta probabilidad de inundación y un 31% a un alto riesgo de deslizamientos. Entre 1970 y 2011 se han producido más de 28.000 eventos de desastres, de los cuales alrededor del 60% se reportan a partir de los años noventa. Además, durante 2010 y 2011, en sólo 15 meses, se alcanzó una cifra equivalente a la cuarta parte de los registros debido al evento La Niña. Por otra parte, el UNGRD ha evaluado las condiciones socioeconómicas a lo largo del país, encontrando que las comunidades costeras de Cauca Nariño se encontraban entre las peores condiciones, principalmente por los altos niveles de pobreza, analfabetismo y falta de acceso a servicios públicos. Todo ello es lo que les hace más susceptibles a los efectos negativos de futuros eventos peligrosos.
A todo esto hay que sumarle la violencia relacionada con el conflicto de casi cinco décadas entre el gobierno, las fuerzas paramilitares y los grupos guerrilleros es permanente en la región. Los grupos armados continúan los ataques contra civiles y, grandes zonas rurales están bajo la influencia de la guerrilla o son disputadas por las fuerzas de seguridad. Las poblaciones rurales, en particular las de ascendencia africana y las comunidades indígenas, son particularmente vulnerables, con la intensificación de la lucha en 2011 en el Sur del país, y específicamente en Cauca, Nariño, Córdoba y Antioquia. El conflicto ha traído graves consecuencias humanitarias para la población, incluyendo homicidios, masacres, desplazamientos forzados, secuestros o desapariciones forzadas y violencia sexual y de género. Entre 3,6 y 5,2 millones de colombianos han sido desplazados por la fuerza desde 1985, de los cuales 308.000 sólo en 2011, de los cuales el 50% son niños y niñas. Esta tendencia continúa mientras los nuevos grupos paramilitares continúan la batalla por el control territorial.
En qué ha consistido nuestro trabajo
Durante el proyecto, se desarrollaron varias acciones en instituciones educativas y comunidades con las siguientes finalidades:
- Diseñar e implementar sus propios Planes de Gestión de Riesgos Escolares y Municipales uniendo fuerzas y brindando una nueva perspectiva gracias a la participación de niños, niñas y adolescentes. La acción consistió en integrar las mejores prácticas, herramientas y experiencias del trabajo de SC sobre las iniciativas de educación, protección y reducción de riesgos, para capacitar al personal escolar en la formulación de los Planes de Gestión de Riesgos Escolares.
- Fortalecer sus capacidades frente a diferentes escenarios de riesgo, ya sea de origen natural, conflicto armado y / o convivencia escolar. Para ello, el personal de la escuela, incluyendo profesorado y personal administrativo, fue capacitado sobre conceptos específicos de protección y reducción del riesgo de desastres.
- Proporcionarles una herramienta eficaz para mitigar las amenazas y vulnerabilidades con un enfoque basado en los derechos, contribuyendo a mejorar su calidad de vida. Los niños y niñas, profesorado y cuidadores participaron en talleres de capacitación sobre distintos temas para aumentar la conciencia sobre el marco legal, métodos de prevención para mitigar el riesgo y protección, terminando con un simulacro.
Desde Save the Children hemos capacitado a la población a en la prevención de riesgos y actualmente trabajamos con niños, niñas y adolescentes en instituciones educativas, docentes, líderes de las comunidades, madres, padres y cuidadores para que en el momento que ocurra una emergencia se sepa cómo actuar.