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La importancia de los Campamentos de Verano

Antoni Pérez, director Acción Social y Desarrollo Territorial  de Save the Children España

El verano siempre se relaciona con una época de descanso y diversión. Aquellos que tienen trabajo disfrutan de sus vacaciones, los niños han terminado el colegio, el tiempo acompaña…

Pero lamentablemente no es una buena época para todo el mundo.

En los últimos años, la coyuntura económica de crisis ha expuesto a muchas familias a una disminución de sus ingresos, algo que ha disparado todos los indicadores de pobreza y exclusión social a niveles alarmantes. Particularmente grave es el hecho de que más de un 30% de la población menor de 18 años se encuentre en riesgo de pobreza o exclusión social , lo que convierte a los niños y las niñas en el grupo de edad más vulnerable frente a la  pobreza actualmente.

Durante la temporada escolar, los niños en el colegio tienen acceso a la educación, a actividades dirigidas a su desarrollo, etc.. Pero con la llegada del verano todo esto quedaría parado, temporalmente hasta septiembre, si no fuera por la existencia de los Campamentos de Verano.  En estos campamentos, organizados fuera del marco escolar y familiar, se promueve una educación en valores y se favorece la inclusión social de los niños y niñas participantes. Además se proporciona apoyo escolar, hay actividades de ocio y tiempo libre, se enseñan hábitos de vida saludable y prevención de la violencia. La educación es el eje central de las actividades porque en Save the Children consideramos que es la mejor herramienta para romper el círculo de la pobreza entre padres e hijos.

En el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad. Este hecho se tiene muy en cuenta en la programación de actividades que se realizan en dichos campamentos. El ocio y tiempo libre es fundamental en el desarrollo personal del niño y en cómo estructura las relaciones con su entorno ya que favorece la socialización y proporciona una educación en valores óptima.

El niño debe jugar pero la realidad actual de la infancia en torno al disfrute del juego plantea aspectos preocupantes que dificultan el desarrollo satisfactorio de la actividad lúdica.  La reducción de espacios para jugar, la influencia de la TV o la poca presencia de los adultos en gran parte del tiempo del niño, son, entre otros,  factores que impiden que las actividades de ocio y tiempo libre se planteen como espacios de juego estables donde se posibilita a los niños las condiciones para favorecer su desarrollo y autonomía personal, así como la mejora en las pautas de socialización y respecto a su entorno.

La asistencia y participación de los niños en los campamentos tiene un efecto positivo muy importante para mitigar los efectos de baja autoestima y estigmatización generados por la situación de pobreza.

Campamentos en Save the Children

En Save the Children trabajamos cada día con más de 5.000 niños que se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social.  Las familias en situación de riesgo de pobreza y exclusión social no pueden costear esas actividades y es lo primero de lo que se desprenden; queremos evitar que los niños se sientan discriminados por no poder participar en estas actividades con sus amigos.

Durante el verano, hemos puesto en marcha campamentos urbanos en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla,  que cuentan con el apoyo, entre otros, de la Obra Social La Caixa o el Ayuntamiento de Barcelona. En total ofrecen 4.000 plazas para niños de entre 4 y 12 años, que incluyen, como mínimo, una comida al día.