La vida y los sueños de los niños sirios
La guerra de Siria entra en su quinto año dejando millones de desplazados que huyen del horror de la guerra en su país. Estas personas, en muchos casos, se quedan en campos de refugiados cercanos. Cambian su forma de vida.
Pero ¿cómo viven ahí? ¿qué sueñan los niños? Nos acercamos a los campos para saber de primera mano qué están viviendo los que lo han perdido todo.
Vivir en un campo de refugiados
Khaldoon huyó de Hama con su familia hace dos años y se quedó en un campamento de refugiados en la frontera con Turquía, en el norte de Siria.Khaldoon tiene seis hijos, la más pequeña es su hija de siete meses. Su mujer está embarazada del séptimo niño. Su hija de ocho años, Fátima, tiene problemas en la piel y nadie ha sido capaz de darle ningún tratamiento o cura. Esto le está causando mucho dolor y le está afectando a la posibilidad de andar.
Tenía terrenos en mi ciudad, antes era granjero y cultivaba distintos tipos de granos que luego vendía."
Tuvo que dejar su casa y los campos hace cerca de dos años porque quedarse en casa no era seguro, tenía cinco hijos en su momento y salvar sus vidas era prioritario. Fueron de campamento en campamento buscando una tienda de campaña o cualquier refugio donde quedarnos. Han vivido muchos meses a la intemperie sin ningún refugio que les protegiera. Desde hace cuatro meses tienen una tienda.
No es una buena vida pero qué podemos hacer, queremos sobrevivir."
Khaldoon tiene seis hijos, la más pequeña es su hija de siete meses. Su mujer está embarazada del séptimo niño. Su hija de ocho años, Fátima, tiene problemas en la piel y nadie ha sido capaz de darle ningún tratamiento o cura. Esto le está causando mucho dolor y le está afectando a la posibilidad de andar.
Mi hija Fátima tiene problemas en la piel de las piernas desde hace cuatro meses. No puedo hacer nada por ella. La he llevado a todos los médicos pero no saben qué puede ser o cómo tratarlo. Muchos dicen que no es una emergencia y tienen otros casos más urgentes de los que ocuparse. Solo desearía tener dinero para poder llevarla a Turquía a que la tratasen."
Trabajar en un campo de refugiados no es sencillo y Khaldoon no tiene trabajo. Han estado sobreviviendo gracias a la ayuda humanitaria.
Soñar en un campo de refugiados
Los niños en Siria nos dicen que ya no tienen esperanza. Han visto cómo mataban a sus amigos y familia, delante de ellos. Sus casas son ahora escombros. Muchos han sido torturados. Pasan hambre, enferman. No tienen agua potable. Los hospitales raramente están en funcionamiento. Incluso, si sus escuelas siguen en pie, es muy peligroso llegar un día cualquiera a clase. Los profesores han huido o han sido asesinados. Sin oportunidad de formarse, esos niños se plantean unirse a grupos armados para ganar dinero, o para sentirse más seguros. Otros hacen trabajos peligrosos o corren el riesgo de casarse jóvenes para ayudar a sus familias.
Sin embargo nosotros sí queremos preguntarles con qué sueñan, qué quieren, cuáles son sus deseos.
Quiero que la escuela vuelva a abrir, y quiero una mochila y juguetes. Reham, 11 años, Siria.
Quiero ser doctora. Reem, 8 años, Siria.
Quiero ser doctor. Mahmoud, 11 años, Siria.
Quiero libros de colores, calidez y una tienda de campaña nueva. Ghazal, 8 años, Siria.
Quiero ser profesora. Fátima, 6 años, Siria.
Quiero una muñeca, una mochila y volver al colegio. Basma, 11 años, Siria.
Quiero ser profesor. Aya, 7 años, Siria.
Quiero ser juez. Alaa, 11 años, Siria.
5,6 millones de niños necesitan ayuda humanitaria. Ayúdanos a que los niños sirios puedan cumplir sus sueños.