La gente no viene a los centros sanitarios por miedo al ébola
Umahawa Barri es la trabajadora sanitaria a cargo del centro de salud comunitario de Wilberforce. La rápida propagación del ébola en Sierra Leona ha tenido un enorme impacto en la comunidad y, a medida que sigue creciendo, el centro de salud se enfrenta a una serie de nuevos desafíos.
Las personas que ayudaban en el centro han huido por miedo a la enfermedad, mientras que las ONG que trabajan en la región están al límite. Como se recomienda a los trabajadores sanitarios que eviten el contacto físico con aquellas personas que puedan estar contagiadas, hay ciertas situaciones que ya no se pueden hacer; tomar la temperatura o la presión de sangre de los pacientes. Umahawa también está muy preocupada por el efecto en cadena que el ébola está teniendo en la comunidad.
Umahawa comenta que hay gente que se está quedando en sus casas por miedo al contagio, pero que al hacerlo, pierden la oportunidad de recibir el cuidado de los centros, como la inmunización, el tratamiento de enfermedades e incluso alimentos para los niños con desnutrición. Tiene miedo de que, si las personas dejan de venir al centro, otras enfermedades surjan.
Umahwa en primera persona
No hay vuelos entrando en el país y muchas de las ONG que trabajan aquí están al límite. Hay un montón de cosas que han llegado a un punto muerto a causa de ébola. La gente tiene miedo.
En el centro, solíamos tomar la temperatura y medir la presión de la sangre de la gente. Pero ahora, incluso eso es un reto. No tenemos los medios necesarios para poder tomar la temperatura de manera segura. Y no podemos utilizar una máquina para medir la presión arterial, porque se nos ha dicho que no debemos tocar a los pacientes. Me temo que el ébola está poniendo en peligro el sustento que ofrece la sanidad gratuita. La mayoría de las madres han dejado de traer a sus hijos para ser inmunizados. Y ellas no vienen a por alimentos incluso si sus hijos sufren malnutrición. La gente se queda en sus casas, por temor a contraer ébola, y esto nos está impidiendo luchar contra la malnutrición en las comunidades.
Pero no es sólo eso. Hay otras afecciones como la malaria. La malaria puede matar a la gente, especialmente a los más vulnerables, como las mujeres embarazadas, niños menores de cinco años y hasta los turistas. La gente no debería quedarse en casa por el miedo al ébola, porque hay otras situaciones que pueden matar también. Incluso la hepatitis ha vuelto a aparecer y también mata. Y la neumonía o una infección aguda del aparato respiratorio pueden matar a los niños rápidamente.
Si la gente no viene al centro, tenemos miedo de que muchas otras enfermedades surjan de nuevo.