Firma nuestra petición para defender los derechos de la infancia andaluza
Las familias andaluzas hacen auténticos malabares para conseguir llegar a fin de mes: pagar el alquiler, las facturas, la escuela infantil, llenar la nevera con productos saludables… Y, todo esto, cruzando los dedos para que no surja ningún imprevisto que descuadre las cuentas a última hora. Mantener el equilibrio no siempre es fácil.
En Andalucía, un 15% de la infancia está en una situación de pobreza severa. 210,253 niños y niñas que no tienen, que no llegan, que no pueden cubrir sus necesidades más básicas.
Erradicar la pobreza es una cuestión de justicia social que beneficia al conjunto de nuestra sociedad. Invertir en infancia es invertir en derechos, es crear oportunidades para que todas las personas puedan desarrollarse de manera libre y plena.
En el circo hay una red que sostiene a quienes hacen los equilibrios más difíciles. En la vida real, esa red la sostiene nuestra comunidad, nuestra familia y amistades y la tejen unas políticas públicas que contribuyan a cuidar y a sostener la vida.
Necesitamos unos presupuestos con perspectiva de infancia que nos ayuden a garantizar los derechos de los niños y las niñas en Andalucía.
Acabar con la pobreza infantil es posible.
Estas son nuestras propuestas para conseguirlo:
1. Vivienda
El 20% de las familias andaluzas destina un porcentaje demasiado elevado de sus ingresos al pago de la vivienda. Esto conlleva que no puedan afrontar otros gastos igualmente necesarios para la crianza y aumenta el riesgo de desahucios por impago. Queremos hogares dignos para vivir saludablemente.
Pedimos una Ley de Vivienda andaluza que garantice este derecho y su uso social, junto con una reforma del sistema de ayudas que permita afrontar las necesidades vinculadas al acceso y la estabilidad en la vivienda.
2. Educación 0-3
La educación infantil promueve la igualdad de oportunidades y es fundamental para el desarrollo de los niños y las niñas. El acceso a esta primera etapa no es un privilegio, es un derecho de toda la infancia andaluza. Queremos una educación que nos ayude a crecer como sociedad.
Insistimos en la importancia de que se reconozca el derecho a una plaza en una escuela infantil próxima al domicilio, asequible en función de la renta, así como que se garantice una educación infantil inclusiva y de calidad.
3. Alimentación saludable
El 10,1% de los niños y niñas andaluces no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos una vez cada dos días. Los problemas de acceso a una alimentación equilibrada se han disparado tras la pandemia, afectando enormemente a los hogares con menos renta. Queremos alimentarnos bien para vivir mejor.
Necesitamos ampliar el número de comidas escolares y la cobertura de las becas de comedor, estableciendo el umbral de la pobreza como nivel de renta mínimo para acceder a las ayudas.
4. Coste de la vida
Crecer sin recursos nos marca de por vida. En Andalucía, un 15% de los niños y niñas vive en situación de pobreza severa. Queremos una sociedad más justa, libre de pobreza, en la que todas las personas tengan acceso a las mismas oportunidades.
Proponemos reformular la Renta Mínima de Inserción Social en Andalucía hacia otra prestación que sea capaz de llegar a la infancia más vulnerable y que sea compatible y complementaria con el Ingreso Mínimo Vital
5. Salud mental
Los niños y niñas que viven en hogares con menos renta tienen 5 veces más probabilidades de sufrir un trastorno y su incidencia en la población más joven es superior a la media nacional. Pese a ello, Andalucía tiene la ratio de psicólogos clínicos más baja de toda Europa. Queremos una salud mental fuerte para tener una infancia feliz.
Reivindicamos el aumento del número de profesionales especializados en salud mental, en especial en infancia y juventud, así como la promoción de unidades especializadas y tratamiento temprano.