Tras la explosión en el puerto de Beirut en agosto de 2020, nuestro equipo en terreno activó de inmediato su actividad para apoyar a la población local a afrontar la grave situación a nivel psicológico, económico y social. 

En este artículo queremos compartir la historia de la pequeña Hala, una niña libanesa que ha experimentado el trauma derivado del accidente en primera persona.

Cuando la conocimos, pocos días después de la explosión, ella estaba luchando por superar lo que había sucedido. Hala se había encerrado en sí misma y se negaba a que la dejaran sola. Cuando llegó al Espacio Seguro para la Infancia que desde Save the Children habíamos habilitado, estaba emocionada y empezó a jugar. Su padre, Rabae, se sintió aliviado al verla sonreír de nuevo.

Seis meses después, Hala vuelve a jugar de nuevo en su casa. Su hogar quedó gravemente dañado, pero ahora ya ha podido volver, disfrutar de sus juegos y se siente más segura. El miedo no ha desaparecido del todo y aún se asusta cuando hay truenos, ya que le recuerdan el día de la explosión. Pero ahora, con el apoyo recibido por parte de nuestro personal puede seguir disfrutando de su infancia.

Lo que Hala ha experimentado puede ser una experiencia extremadamente traumática para un niño o una niña. Cabe recordar que al margen de los traumas psicológicos que ha vivido la infancia en Líbano, los índices de pobreza se han disparado y se estima que 650.000 niños y niñas libaneses más se han visto abocados a la pobreza en los últimos meses. Después de la explosión que arrasó Beirut, en Save the Children hemos registrado un aumento de un 574% en las solicitudes de apoyo económico y refugio entre las comunidades con las que trabajamos.

TRABAJAMOS PARA PROTEGER A LA INFANCIA EN LÍBANO

Trabajamos para garantizar que los niños y niñas de Líbano puedan ejercer sus derechos y acceder a los servicios que necesitan para satisfacer sus necesidades básicas: educación, protección, seguridad alimentaria y atención sanitaria.

En la actualidad, la educación es una parte central de nuestro trabajo en el país. Nuestro objetivo es aumentar el acceso a una educación de calidad, inclusiva y segura para la infancia más vulnerables. También promovemos la igualdad de género en todos nuestros programas.

Al mismo tiempo, trabajamos en incidencia política, solicitando al gobierno libanés que priorice su apoyo económico a los niños y a las niñas más vulnerables y a sus familias. Y también hacemos un llamamiento a las autoridades chipriotas para que, de manera prioritaria, gestione los casos de menores libaneses que llegan a su territorio y les ofrezcan acceso a asilo y la protección conforme al derecho internacional.