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Sobrevivir al mar

Miles de refugiados se enfrentan cada día a la difícil decisión entre quedarse o arriesgar su vida en el mar. Pero más difícil aún es tener que decidir sobre la vida de tus hijos. Al otro lado del mar está la esperanza de un futuro, de un lugar seguro para crecer. Al otro lado del mar está la oportunidad de vivir.

Pero antes hay que atravesar el mar y completar una ruta por el Mediterráneo llena de peligros donde pones tu vida y la de tus seres queridos en mano de traficantes sin escrúpulos.

Mirar al horizonte buscando la orilla que pisar para poder decir que sí, que afortunadamente, han sobrevivido.

LA HISTORIA DE AMENA

Fadi intentó quedarse en Siria, pero con la guerra perdió su trabajo y no conseguía otro que le permitiese pagar el tratamiento médico que necesitaba Amena, su hija pequeña. La única opción de un futuro para la familia era marcharse, pero para Amena era además la única oportunidad de sobrevivir. Con un grave asma y una dolencia cardiaca, era urgente poder acceder al tratamiento médico que necesitaba.

Fue una decisión muy difícil, no se lo deseo a nadie. No podía dormir ni de día ni de noche. Si pasa algo en el mar, ¿de quién es la culpa?, ¿me perdonarían mis hijos?”

Fadi contactó en Libia con un grupo de traficantes que organizaban las rutas para cruzar el Mediterráneo. Trató de asegurarse de que el bote en el que cruzasen estuviese en buenas condiciones, preguntó cuánta gente iría a bordo y cuánto tiempo tardarían. Le aseguraron que solo serían 100 personas, que el bote estaba en buenas condiciones y que en 4 o 5 horas estarían todos a salvo en Europa. Les hicieron pagar más con la promesa de que irían menos personas a bordo para que fuese más seguro. Esperaron durante días hasta que los traficantes les avisaron de que saldrían. Les permitieron llevar el tanque de oxígeno que necesitaba Amena, pero nada más. Les robaron los teléfonos móviles que llevaban pero no pudieron hacer nada para evitarlo.

El bote donde subimos estaba lleno, había casi 300 personas y le dije que no era lo que habíamos acordado. Pero no puedes discutir porque van armados. No estaba preocupado por mí, sino por mis hijos."

Su hijo mayor Samer, de 5 años, le preguntaba “Papá, ¿dónde vamos?”. Fadi intentaba calmarle diciéndole que iban a hacer un viaje corto por mar. Samer tenía miedo y lloraba. Eran las 5 de la mañana, llovía y había olas grandes golpeando el bote en el que viajaban lleno de gente.

El motor se paró varias veces, hasta que a las 3 de la tarde ya no volvió a funcionar. Después de 10 horas angustiosas en el mar el tanque de oxígeno de Amena se acabó. Un helicóptero sobrevoló el bote entonces y poco después el equipo de salvamento del Vos Hestia, el barco de Save the Children, llegaba para iniciar la operación de rescate.

Cuando vi el barco empecé a llorar. Lloraba de alegría.”

Primero llevaron a bordo a las personas que estaban enfermas. El equipo de salvamento de Save the Children vio el tanque de oxígeno e inmediatamente trasladaron a Amena al Vos Hestia. Enseguida fue atendida por el personal médico que, viendo la gravedad de su estado, decidió que fuese trasladada de urgencia a un hospital en Italia.

Se llevaron a mi hija y a mi mujer y yo me quedé en el barco con mi hijo. Separarnos fue una sensación horrible. Navegamos durante dos días más hasta que llegamos a Italia.”

Cuando llegaron a puerto y desembarcaron Fadi se agachó para susurrarle algo al oído a su hijo. Samer se dio la vuelta, salió corriendo hacia uno de los miembros de la tripulación, le estrechó la mano y le dijo “Muchísimas gracias”.

El equipo de Save the Children en tierra se encargó de llevar a Fadi y a su hijo al hospital donde Amena permanecía ingresada junto a su madre y reunir por fin a la familia. Allí Amena ha recibido los cuidados y el tratamiento que necesitaba y poco a poco se va recuperando.

Aquí está el futuro. Los niños necesitan crecer y aprender. Quieren jugar y sentirse libres. Solo deseo un futuro brillante para ellos”, dice Fadi.

El viaje de esta familia aún no ha terminado, pero gracias al trabajo de búsqueda y rescate que hace la tripulación del Vos Hestia, han sobrevivido al mar y han pisado la otra orilla.

Gracias al apoyo de todas las personas y entidades que nos están apoyando, el equipo de Save the Children sigue navegando a bordo del Vos Hestia por el Mediterráneo para que ningún niño como Amena muera ahogado en el mar.