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madres solas: 
 sinónimo de pobreza

Con motivo del Día de la Madre, que se celebra este domingo, recordamos que las familias formadas por madres solas con hijos e hijas a cargo se enfrentan a un mayor riesgo de pobreza y exclusión social.

Cuatro de cada diez familias encabezadas por una mujer en España está en riesgo de pobreza y un 25% ya vive en situación de pobreza severa, según Eurostat.

En España hay un total de 1,8 millones de hogares monoparentales, de los cuales la gran mayoría (82%) están encabezados por una mujer, conforme a los últimos datos de la Encuesta Continua de Hogares del INE.

Más de la mitad de estas madres solas no pueden afrontar gastos imprevistos: un 17,6% ha tenido retrasos en los pagos del alquiler o la hipoteca, un 8% no consigue comer carne, pescado o su equivalente vegetariano cada dos días y un 14% no puede tener la casa a temperatura adecuada, según la Encuesta de Condiciones de Vida 2018.

Denunciamos que además que la pobreza que afecta a las madres solas es persistente. El 29,5% de las familias encabezadas por una mujer llevan atrapadas en el círculo de la pobreza al menos dos de los últimos tres años, tal y como afirma Eurostat.

Las madres solas no solo están más expuestas a la pobreza, sino que además tienen más dificultades para salir de ella. La falta de oportunidades laborales, la brecha salarial o la imposibilidad de conciliar su vida personal y profesional condicionan muy significativamente a estas mujeres y a sus hijos.

Alertamos del aumento de la precariedad de estas mujeres y sus hijos en los últimos años. Solo en la Comunidad de Madrid casi la mitad de las familias monoparentales –de las cuales el 83% están encabezadas por mujeres– están en situación de riesgo de pobreza o exclusión social, según el último informe publicado por CCOO.

España es el país que menos pobreza reduce de toda la Unión Europea, conforme a Eurostat. El Estado solo reduce un 20% la pobreza en hogares con niños y niñas y, en el caso de las familias encabezadas por una mujer, la reducción de la pobreza es incluso inferior (14%).

La exclusión que sufren estas familias incide en la salud física y mental de las madres y de sus hijos, e incide en la necesidad de que el Estado reconozca su especial vulnerabilidad, y lleve a cabo políticas concretas y eficaces para reducir la pobreza de forma urgente.

El Estado debería reducir los niveles de pobreza entre aquellas familias que más lo necesitan, como son las encabezadas por una mujer, y no lo está haciendo.

El nuevo Gobierno debe tener como prioridad que las familias monoparentales, especialmente las encabezadas por una mujer, sean reconocidas con una categoría especial y con los mismos criterios en todo el Estado como sucede con las familias numerosas y que la prestación por hijo a cargo aumente hasta los 100 euros al mes.

Trabajamos en programas en Andalucía, Castilla-La Mancha, Catalunya, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y Euskadi que buscan romper este círculo de transmisión de la pobreza de padres y madres a sus hijos a través de la educación.

Atendemos cada año a más de 8.000 niños y niñas en riesgo de exclusión social y a cerca de 660 familias a través de sus programas de lucha contra la pobreza infantil. La atención consiste en actividades de refuerzo escolar y de ocio y tiempo libre, así como de reparto de material escolar. Los profesionales de la ONG también facilitan ayuda psicológica y terapia psicosocial a las familias.