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Salvemos a los niños; son nuestro futuro

Este artículo ha sido escrito por Mai de SocialGoodMoms500

Soy madre de una niña sana que se llama Zooey; es mitad japonesa y mitad vietnamita. Yo tengo ascendencia vietnamita pero nací y crecí en California, y vivo en Tokio desde hace casi 10 años. Hace poco volví a California para que mi madre me pudiera ayudar a criar a mi hija y pudiera oírle hablar sobre su infancia en Vietnam. Sobre todo cuando no estamos de acuerdo en cosas básicas como yo que yo quiero alimentar a mi hija con frutas y vegetales “orgánicos”. “En Vietnam, éramos tan pobres que no podíamos elegir”, siempre dice.

En Estados Unidos  tenemos la opción de comer alimentos orgánicos, beber agua embotellada o agua del grifo filtrada. Podemos bañarnos en agua limpia todos los días. Pero desperdiciamos comida y agua todo el tiempo. Tenemos acceso a la mejor atención médica, especialmente para nuestros hijos. He visitado Vietnam varias veces y me rompe el corazón cuando veo a los niños con discapacidad sentados en las calles, sucios y pidiendo comida. Me preocupan los niños que nadan y beben en aguas sucias mientras nosotros nos paseamos en lanchas por su pueblo. Siempre donamos dinero, por supuesto, pero ¿es suficiente?

Mi abuela por parte de madre dio a luz en Vietnam a 17 niños; solo sobrevivieron 13.  Mi madre era la sexta.  Apenas puedo ni imaginar lo difícil que fue para mi abuela dar a luz,  con parto natural, 16 veces en uno de los países más pobres del mundo – alguna vez oí que uno de mis tíos tuvo un gemelo pero que no sobrevivió.

Quiero crear conciencia sobre el Objetivo de Desarrollo del Milenio 4 (reducir la mortalidad infantil).  Es importante para mí porque creo que cada niño debe tener la oportunidad de crecer y ser algo. Hay cifras que muestran la evolución del proyecto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Por ejemplo, en Vietnam, en 1990,  hubo 51 muertes por cada 1.000 nacimientos. En 2012, han sido 23 muertes por cada 1.000″.

El número de niños que mueren cada año por causas evitables se ha reducido a la mitad. Pero 18.000 niños mueren cada día innecesariamente.

Salvar las vidas de los recién nacidos y niños menores de 5 años en países pobres es muy importante para mí, porque sinceramente creo que los niños son nuestro futuro. Sin importar de dónde sean, juntos pueden contribuir a ayudar a que nuestro mundo sea un lugar mejor.

Me siento muy afortunada de poder incluso elegir un lugar donde yo sienta que mi hija va a tener una mejor calidad de vida. Antes de volver a la cama para abrazar a mi hija, rezo para que todos los niños que vaya a nacer ahora mismo puedan sobrevivir.