#ProtejamosAUnaGeneración
El futuro de la infancia en 37 países
en riesgo por la Covid
La pandemia de la Covid-19 ha tenido un impacto devastador en la educación de los niños y las niñas de los entornos más pobres del mundo y está ampliando la brecha entre la infancia rica y la infancia pobre. En los seis meses transcurridos desde que el virus se declaró pandemia global, los niños y las niñas más vulnerables han perdido rápidamente el acceso a la educación, la atención médica y la alimentación, y también han sufrido los mayores riesgos de contagio.
Así lo revela nuestro último informe “Protect a Generation (Protejamos a una generación)”, para el que hemos hecho la mayor encuesta a nivel global desde que se declaró la pandemia de la Covid-19. El estudio refleja que dos tercios de los niños y las niñas en todo el mundo no tuvieron ningún contacto con el profesorado durante el confinamiento y que ocho de cada diez alumnos dicen haber aprendido poco o nada desde que cerraron las escuelas.
El informe también demuestra que el 93% de los hogares que perdieron más de la mitad de sus ingresos debido a la pandemia han tenido dificultades para acceder a los servicios de salud. Del mismo modo, la violencia reportada dentro del hogar se duplicó: durante el cierre de las escuelas la tasa fue del 17% frente al 8% existente cuando el niño o la niña acudía al centro educativo.
La encuesta también concluye que durante este periodo al 63% de las niñas se les ha asignado con más frecuencia las tareas domésticas, en comparación con el 43% de los niños.
Ante estas cifras, desde Save the Children afirmamos que se necesita con urgencia una mayor inversión en educación, salud y nutrición, servicios de salud mental y redes de apoyo y seguridad para la infancia más vulnerable a nivel global. Debemos tomar medidas que protejan a los niños y las niñas con menos recursos de la crisis socioeconómica del coronavirus.
Datos a nivel mundial
Unos 25.000 niños, niñas y sus familias han compartido sus experiencias, temores y esperanzas en la encuesta que hemos realizado durante esta crisis mundial sin precedentes. Tras esta investigación, observamos como la pandemia ha ampliado las desigualdades previas tanto en pobreza como en género: los hogares más pobres tienen más probabilidades de sufrir pérdidas de ingresos (82%) que aquellos no clasificados como tales (70%).
En lo que respecta a la salud, la encuesta muestra una tendencia similar: el 45% de los niños, niñas y familiares procedentes de hogares han afirmado tener problemas para pagar medicamentos durante la pandemia. A nivel educativo, menos de un 1% de los niños y las niñas más pobres encuestados tuvieron acceso a Internet para la educación a distancia durante el confinamiento.
Alrededor del 37% de las familias con menos recursos han declarado tener dificultades para pagar el material escolar y dos tercios de los niños y las niñas dijeron que no tuvieron ningún contacto con sus profesores y profesoras durante el confinamiento.
La infancia que tiene problemas de acceso a la educación corre un mayor riesgo de abandonar la escuela por completo y, al hacerlo, ser víctimas del trabajo infantil, el matrimonio infantil u otras formas de explotación. La pandemia puede provocar la mayor emergencia educativa de la historia: estimamos que casi 10 millones de niños y niñas no han regresado a la escuela este año.
Mayor desigualdad en género
Nuestra encuesta demuestra que las niñas se ven más afectadas que los niños por la pandemia de la Covid-19. El 63% de las niñas aseguraron que están haciendo más tareas en casa y más de la mitad (52%) explicaron que ahora dedica más tiempo a cuidar a sus hermanos o hermanas. Entre los niños, ese porcentaje es del 43% y 42%, respectivamente. De esta manera, el 20% de las niñas afirmaron que no habían aprendido nada durante el cierre de las escuelas, en comparación con el 10% de los niños.
Para reducir lo máximo posible los efectos de la Covid-19 en la infancia más vulnerable, pedimos a los gobiernos que creen estructuras sólidas de seguridad social y sistemas de salud y nutrición, especialmente para las familias más vulnerables y marginadas. También consideramos que se necesitan con urgencia recursos para los programas de crianza positiva, para garantizar que los niños y las niñas tengan acceso a servicios de protección inclusivos.
La situación en España
En nuestro país, las consecuencias que puede tener la crisis económica y social en la infancia y la adolescencia son preocupantes. Según los datos que hemos recopilado en España, a julio de 2020, los hogares vulnerables han empeorado considerablemente su situación por la crisis de la Covid-19, viendo reducidos sus ingresos en un 31% hasta situarse de media en tan solo 6.942 euros anuales.
Los niños y niñas más vulnerables son quienes más dificultades han tenido para seguir con su educación durante el confinamiento. El 39% de la infancia que participa en nuestros programas de lucha contra la pobreza ha sufrido la brecha digital y el 64% lo tuvo difícil para seguir el ritmo escolar por diversos motivos, principalmente falta de tiempo y de conocimientos por parte de los adultos para apoyarles.
Descargar el informe 'Protect a Generation (Protejamos a una generación)' (en inglés):
Descargar el resumen ejecutivo 'Protect a Generation (Protejamos a una generación)' (en español):