Polaroid para
no dejar de soñar
Los espacios seguros para la infancia de Save the Children
Los espacios seguros para la infancia son una de las intervenciones clave de nuestra organización para proteger a los niños y niñas de los daños físicos, la angustia psicosocial y para ayudarles a seguir aprendiendo y desarrollarse durante e inmediatamente después de una emergencia o de un conflicto.
El propósito de un espacio seguro para la infancia es proporcionar a niños y niñas un ambiente protegido en el cual pueden participar en actividades organizadas para aprender, expresarse, jugar y socializar.
Está claro que no son la solución a todos los problemas de los niños y niñas, sin embargo, las actividades de los espacios seguros están diseñadas para aprovechar las capacidades naturales y evolutivas de los más pequeños.
Los trabajos de los niños y niñas refugiados en Cox's Bazar
En nuestro espacio seguro para la infancia en Cox's Bazar (Bangladés) garantizamos que los niños y niñas rohingya, que han vivido en persona los horrores de la represión cuando vivían en Myanmar, reciban apoyo y tengan un lugar donde jugar, recuperarse, aprender y volver a tener una infancia plena.
Para que puedan soñar y expresar sus deseos hemos realizado con niños y niñas rohingya talleres en los que, sobre fotografías suyas, dibujaron sus esperanzas y aspiraciones para un futuro que ahora ven posible. Os contamos algunas de estas historias a través de los protagonistas de estos talleres:
Aleisha
Aleisha es una niña refugiada rohingya que vive en Cox's Bazar, Bangladés. Tiene 13 años y nos cuenta que vive con su hermano, hermana y sus padres en un campamento.
“Me gusta jugar con mis amigos y aprender de las personas que trabajan en el espacio seguro para la infancia. Me gusta hablar con ellos y dibujar. Voy a la escuela y aprendo birmano, ¡me encanta ir allí y aprender!” – explica.
Aleisha nos habla de su foto polaroid: “Cuando sea mayor, quiero trabajar en el espacio seguro para la infancia y ser una parte del personal de intervención. Quiero ayudar a los niños y niñas a mejorar sus vidas, como han hecho conmigo. El espacio seguro para la infancia es mi lugar favorito".
Fatima
Fatima, de 13 años, es otra niña refugiada de Rohingya en Cox's Bazar. Ella vive con sus padres, sus dos hermanas y su abuelo. Lo que más le gusta es "jugar en el espacio seguro para la infancia porque el personal de Save the Children es muy atento a nuestras necesidades y podemos jugar con seguridad y puedo estar allí con mis amigos".
Sobre su trabajo y su foto dice: “Cuando llegamos por primera vez a Bangladés, había muchos perros y serpientes. Fue espantoso. Tampoco había letrinas para ir al baño, sufrimos muchas dificultades. Una familia local nos ayudó a comer y nos refugiamos en su casa. Poco a poco, con el tiempo conseguimos los materiales para construir una casa y cosas para cocinar”.
“Quiero ser maestra en el futuro y quiero enseñar a niñas como yo. Es importante enseñar a las niñas para que puedan educarse y es fundamental que las niñas se eduquen”.
Tomal
Tomal, es otro niño rohingya que tuvo que huir de Myanmar para terminar en el campamento de Cox's Bazaar. Vive con sus abuelos en uno de los campamentos para refugiados.
“Me encanta venir al espacio seguro para la infancia, porque puedo aprender muchas cosas aquí. Nos han explicado que las niñas no deberían casarse antes de los 18 años, porque eso es una violación de los derechos del niño. Las personas que trabajan en el espacio seguro para la infancia nos enseñan cuáles son los derechos de los niños y las niñas, por ejemplo, que todos tenemos derecho a sobrevivir, a estar protegidos, a participar. Nunca vamos con la gente que no conocemos. Siempre hay que pensar en nuestra seguridad” – explica Tamal.
Sobre su obra fotográfica añade: "Quiero ser reportero porque ser un presentador de noticias me ayudará a compartir informaciones importantes con otras personas, algo que podría ayudarles en el futuro. Difundir noticias es muy importante, es fundamental informar a la gente".