Niños cavando
tumbas en siria
La triste historia de 2 niños que trabajan en un cementerio con su padre para sobrevivir
Jawad tiene 8 años. Él y su hermano Yazan, de 15 años, trabajan en un cementerio en las afueras de Idlib (Siria) con su padre, cavando tumbas para los fallecidos. Son originarios de Aleppo, Siria. Su día empieza a las 8 de la mañana y termina cuando se hace de noche y ya no pueden seguir.
La familia vivió bajo el gobierno del Estado Islámico antes de tener que huir por los combates continuos. Su padre, Ghassan, trabajaba en la construcción. Mientras vivían bajo el Estado Islámico, los niños fueron testigos de una violencia horrible y varios miembros de su familia fueron asesinados durante los ataques aéreos que siguieron. Su hogar también fue destruido y lo perdieron todo.
Jawad y Yazan se mudaron con sus familiares, y poco después tuvieron que huir de nuevo por el incremento de combates y ataques aéreos. Ahora se pueden permitir un modesto alojamiento también gracias a su trabajo de sepultureros.
Los horrores del día a día
Jawad, el más pequeño de los hermanos, ya tiene en su memoria momentos horribles. “El Estado Islámico mató a gente, cortándoles la cabeza. Una vez asesinaron a una mujer y todos sus hijos fueron ahorcados en la plaza”, recuerda.
Aunque les gustaría ir a clase, Jawad y Yazan no pueden acudir a la escuela debido al conflicto y porque son demasiado pobres para comprarse la ropa y el material escolar que necesitarían. Jawad solo conoce la guerra y nunca ha ido a la escuela. Su hermano mayor Yazan abandonó sus estudios cuando era muy pequeño.
Este último nos describe su trabajo diario en el cementerio: "Riego las plantas y si traen un cadáver, mezclo el cemento y ayudo a mi padre a enterrarlo. Si es para un niño pequeño, entonces cavamos la tumba a mano, hacemos una forma cuadrada".
Desde Save the Children estamos atendiendo a estos dos niños y su familia en Siria. Distribuimos alimentos a la familia, al ser un caso de emergencia, y estamos tratando de que Jawad y Yazan vuelvan a la escuela lo antes posible.
Nuestro trabajo para ellos y ellas
Sin educación, los niños y las niñas sirias no van a tener acceso a trabajos cualificados, a una carrera profesional. Muchos no podrán mejorar sus vidas y seguirán perpetuando el ciclo de la pobreza, como se ha demostrado en muchos casos.
La indignación que provocan la historia de estos dos niños sepultureros nos hace entender como no podemos eliminar lo que vieron, ni borrar sus recuerdos de una infancia en guerra, pero al mismo tiempo tenemos el deber de mejorar sus vidas y de muchos más niños y niñas que viven en zonas de guerra. Podemos asegurarnos de que vuelvan a la escuela y salgan algún día de la pobreza extrema en la que viven ahora.
En Save the Children llevamos décadas trabajado en Oriente Medio. Nuestra respuesta actual se encuentra tanto dentro de Siria como en los países cercanos para intentar satisfacer las necesidades básicas de los refugiados.
La vida de los niños y niñas de Siria ha cambiado totalmente. Necesitan seguridad, estabilidad y las rutinas diarias que les permitan tener un buen ambiente de aprendizaje. Siria es escenario de la mitad de los ataques a escuelas que han tenido lugar los últimos seis años. La tasa de escolarización en el país es una de las más bajas del mundo. Save the Children les atiende para que no se conviertan en una “generación perdida” y dejen de excavar sus propias tumbas como en el caso de Yazan y Jawad.