La mitad de la población en Somalia necesita ayuda humanitaria
La historia de Somalia va unida a la guerra, el terrorismo de Al Shabab, la piratería en el Océano Índico y la extrema sequía que ha provocado que 6,7 millones de personas, la mitad del país, necesiten ayuda humanitaria urgente. De ellos, 275.000 niños sufren desnutrición aguda severa, el estado más peligroso, aquel que les coloca a las puertas de la muerte.
Los ríos en Somalia están secos por culpa de la falta de precipitaciones desde hace cuatro años y unas previsiones que indican que, en la próxima estación de lluvias, el próximo octubre, nada va a cambiar. Por ello, la situación nutricional y de acceso al agua potable puede deteriorarse de manera muy grave. De sequías cada 10 años, el país ha pasado a sufrirlas de manera anual.
La sequía ha matado al 65% del ganado de Somalia, principalmente cabras y camellos, lo que ha sentenciado a la miseria a la mayor parte del país, de tradición nómada. Apenas quedan animales en esta tierra asolada por la desertificación.
En Save the Children estamos atendiendo en centros hospitalarios y en campos de desplazados a estos niños y sus familias. Si la situación no mejora, el país se enfrentará a su tercera declaración de hambruna, después de la de 1992 y la de 2011 que dejaron miles de víctimas.
BUSCANDO UN LUGAR DONDE SOBREVIVIR
El paisaje de los campos de desplazados de Somalia está formado mayoritariamente por mujeres y niños. Las familias se separan: los hombres caminan con el ganado superviviente en busca de pastos y el resto se queda en estos campos sin ningún tipo de recurso. Entonces, la única prioridad es subsistir, salvar la vida.
Nuestros compañeros en terreno visitan los campos de desplazados y evalúan a todos los niños para determinar quiénes sufren desnutrición y en qué grado de gravedad. Para ello, de manera periódica les pesan y miden tanto la altura como el perímetro del brazo. Los peores casos son trasladados al hospital para que reciban tratamiento nutricional que les salve la vida.
TRATANDO LA DESNUTRICIÓN
En el hospital de Garowe, en el norte de Somalia, los niños que ingresan con desnutrición aguda severa reciben un tratamiento nutricional. Además de la escasez de alimentos, la falta de agua limpia ha provocado la propagación de enfermedades como el cólera.
El pequeño Mohamud fue ingresado con desnutrición severa grave en el hospital de Garowe, al norte de Somalia. Allí fue tratado por el equipo de Save the Children donde le recuperaron con el Pumply Nut, el tratamiento nutricional a base de cacahuete. Su familia ha perdido todo el ganado que tenía por culpa de la sequía.
La imagen de Mohamud se repite en todas las salas del hospital de Garowe: niños débiles que luchan por su vida, acompañados por su madre o su abuela. Una situación que ni ellos ni sus familias han elegido y contra la que sin duda tiene que lidiar.
Lo que está pasando en Somalia, es una emergencia humanitaria y por eso hoy te pedimos que nos ayudes.
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