La caravana migrante lucha por sobrevivir
Los migrantes de la caravana se acercan poco a poco a la frontera que divide México de Estados Unidos. Han atravesado más de 4.500 kilómetros durante el último mes desde que empezamos a hablar de los peligros a los que tendrán que enfrentarse.
Las personas que están llegando se quedarán a lo largo de la frontera, buscarán trabajo y tratarán de pasar a EEUU cuando tengan la oportunidad a través de coyotes. Ahora mismo, la situación es un caos y lo será aún más. La gente empieza a darse cuenta de que llevan un mes caminando y pasar a USA no es fácil.
Cuando tu vida corre peligro, no te importa lo que tengas que vivir en el viaje. Ellos tienen derecho a migrar y derecho a solicitar asilo. Sin embargo el corto camino que les queda por recorrer, será el que más se alargará en el tiempo.
Ampliando nuestra intervención
En Save the Children seguimos trabajando con los niños y niñas de la caravana migrante. Hemos ha instalado espacios seguros para la infancia en Ciudad de México y Tapachula, Chiapas, donde se desarrollan actividades lúdicas, juego libre y talleres de expresión artística, entre otras acciones, para ayudar a gestionar el estrés que enfrentan muchas niñas, niños y adolescentes.
En Ciudad de México, instalamos el pasado domingo en el albergue habilitado en el Estadio Jesús Martínez “Palillo” dos carpas para la atención de niños y niñas. Ambos espacios permanecerán abiertos hasta que las personas se retiren para continuar su recorrido. Cada espacio cuenta con cinco módulos sobre higiene, artes plásticas, música y lectura, actividad física y juego libre, así como material suficiente para realizar las actividades previstas en cada uno.
En Chiapas estamos presentes desde el pasado 24 de octubre un espacio seguro dentro del albergue de la Feria Mesoamericana, en Tapachula, donde estamos dando apoyo psicosocial a los nños y niñas migrantes. Diariamente han participado entre 50 y 150 niños, niñas y adolescentes. El pasado lunes cerramos este espacio y lo trasladamos al albergue de puertas abiertas conocido como Hotel San Agustín. En él se presta atención diaria a unos 50 niños, niñas y adolescentes, que en su mayoría permanecen solos durante la mañana mientras sus padres y madres salen a buscar un empleo o un lugar donde instalarse.
Durante el paso de la Caravana por Oaxaca, también estuvimos presentes durante tres días con dos espacios seguros en los municipios de Juchitán y Matías Romero Avendaño, donde atendió a más de 100 niños y niñas, y se repartieron 500 kits de higiene para cubrir las necesidades básicas de la niñez y adolescencia debido a las precarias condiciones de higiene detectadas en los albergues temporales.
Siguiendo a la caravana
Se estima que más de 8,000 personas han cruzado la frontera de México desde el inicio de la Caravana, de las cuales 4.814 habrían llegado a los albergues en Ciudad Deportiva de Ciudad de México: 1.726 tendrían menos de 18 años –habría 310 entre 0 y 5 años-, según datos de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
Katya Isabel partió hace más de dos semanas de Honduras junto con su hija de 4 años, quien asegura que a diario le pide regresar. Confiesa tener miedo de lo que les pueda pasar, sobre todo a la pequeña, ya que ha escuchado hablar de los peligros del camino. Ella no lo ha llegado a ver ese tipo de violencia, pero sí ha presenciado la muerte de un bebé a una mujer que le acompañaba en la ruta.
Estamos realizando el recorrido en busca de un lugar estable, un lugar donde no haya violencia, un lugar sano para mi hija”
En Save the Children estamos preocupados por las condiciones en las que los niños y niñas está realizando el camino, con largos recorridos que les han provocado lesiones en los pies y numerosos casos de fiebre debido a las altas temperaturas. También se han reportado al menos dos casos de niños que extraviaron a sus familiares en Ciudad de México y otros que viajan solos, sin la compañía de una persona adulta.
Para nosotros es urgente declarar esta situación como crisis humanitaria. Es importante los niños y niñas recuperen un cierto estado de normalidad en medio del caos que están viviendo. Pero esto no podemos hacerlo solos. Si puedes dona.