Invertir en trabajadores sanitarios es invertir en las personas
De nuevo en Vallecas, de nuevo en la oficina. Atrás quedan los días en el terreno, sintiendo de cerca el trabajo constante y el papel profundamente determinante que ejercen los trabajadores sanitarios en países como Camboya. Países en los que la población rural vive en zonas remotas, donde acudir a consulta no queda a la vuelta de la esquina, donde las lluvias hacen el camino hacia la ayuda más largo y la falta de recursos, muchas veces, dejan a muchas personas sin apenas camino.
Mis compañeros han estado estos días en Nueva York, presionando a los gobiernos y la ONU por un mayor compromiso con los trabajadores sanitarios y, por tanto, con la supervivencia de los niños, las niñas y sus madres.
Y se han logrado avances. Allí en Nueva York, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, presidía un evento sobre la estrategia global de salud materna e infantil, un marco de trabajo que se había lanzado un año antes desde la ONU para acelerar el progreso para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio 4 y 5, destinados a reducir la mortalidad de madres e hijos para el año 2015. No hemos llegado a cubrir todas las peticiones que nos hubieran gustado, pero en la Asamblea se alcanzaron 100 nuevos compromisos en una amplia esfera de sectores distintos que se traducen en que 44 de los 49 países con las peores tasas de mortalidad materno infantil se han sumado con fuerza a los compromisos.
Porque no se trata solamente de que los países del norte destinen dinero a la salud materno infantil de los países de sur. Sin el compromiso y la toma de decisiones de los gobiernos en los países receptores, el dinero no sirve para nada. Por eso es destacable señalar los objetivos marcados, entre muchos otros, por países como Bangladesh, Etiopía, Nepal o República Democrática del Congo."
Bangladesh se ha comprometido a doblar el porcentaje de nacimientos atendidos por un trabajador sanitario cualificado para el año 2015 así como a ofrecer formación para más de 3.000 matronas; además, va a reforzar el personal en los centros sanitarios de distrito para que cuenten con matronas 24 horas al día, incluyendo atención obstetricia de emergencia.
Etiopía incrementará de un 18% a un 60% la proporción de nacimientos atendidos por profesionales cualificados
Nepal formará y utilizará a más de 10.000 nuevas asistentas al parto y financiara servicios gratuitos de salud materna entre la población a la que es más difícil de llegar.
Por su parte, la República Democrática del Congo se compromete a reducir la mortalidad materna en un 20% para el año 2015 y ofrecerá atención obstetricia y acceso gratuito a la secciones de cesárea.
Invertir en los trabajadores sanitarios es invertir en personas
Si una matrona trabaja en un país en el que no existen sistema de referencia de pacientes, en el que nunca sabe si va a recibir su salarios, si su propia seguridad va a estar protegida…no sorprende que esa matrona abandone el sistema bien hacia otro país, bien hacia un sector privado financiado, muchas veces, por inversores extranjeros.
Y sin embargo, y a pesar de las circunstancias, muchas de las matronas que viven esta situación permanecen en sus puestos de trabajo. Por eso, por ellas y todos los trabajadores sanitarios, necesitamos ahora seguir adelante con el trabajo a nivel de país para reforzar el compromiso político manifestado y concretarlo en acción y hechos. Se necesitan más trabajadores sanitarios y mucho más apoyo para los que ya están trabajando.
Como señalaba ayer un completo post en el blog sobre desarrollo en el diario británico The Guardian, todos estos compromisos suponen una reordenación de los fondos públicos hacia la mano de obra, hacia los trabajadores, después de décadas dominadas por una ideología pro mercado y una enorme carencia de inversión en los profesionales. En el pasado más reciente, y a nivel general, “los países han tendido a equilibrar los presupuestos recortando puestos de trabajo entre los funcionarios sin tener en cuenta que una mano de obra completa y sana es una condición indispensable para el crecimiento económico”, apunta en su post el periodista Jonathan Glennie.
Desde Save the Children creemos que somos las personas las que podemos cambiar el mundo. Por eso, terminada esta semana de campaña, nos queda mucho por hacer en el apoyo a todas estas personas que cada día salvan millones de vidas, los trabajadores sanitarios.