España y la venta de armas a Arabia Saudí
Más de tres años y medio después de la escalada de violencia en marzo de 2015, el conflicto en Yemen es, según las Naciones Unidas, la mayor catástrofe humanitaria actual. Veintidós millones de personas, el 75 por ciento de la población, necesita urgentemente ayuda humanitaria y protección: la mitad de ellas, 11 millones, son niños y niñas.
Según el informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU publicado en agosto de 2018, más de 6.000 personas han fallecido desde el comienzo de las hostilidades, y más de 10.000 han resultado heridas. Los bombardeos de la coalición liderada por Arabia Saudí son los responsables de la mayoría de las víctimas civiles, con ataques a zonas residenciales, mercados, bodas y funerales, centros de detención e instalaciones sanitarias.
El pasado 9 de agosto, un ataque aéreo perpetrado por la Coalición en Sa’da alcanzó un autobús escolar que llevaba decenas de niños de entre 6 y 14 años de excursión. Según El CICR, 51 personas fallecieron en el ataque, entre ellos 40 niños y niñas, y 79 resultaros heridas.
Mientras acaba de fracasar el último intento de celebrar, en Ginebra, unas consultas para la búsqueda de una solución política al conflicto, se recrudece la ofensiva en la ciudad de Hodeida, cuyo puerto es la puerta de acceso para los suministros de los que dependen millones de personas en todo el país. Según la ONU, más del 25 por ciento de los niños en la provincia sufren malnutrición aguda, 900.000 personas necesitan ayuda alimentaria y 90.000 mujeres embarazadas están en grave riesgo. Si la ofensiva continúa y se interrumpe la ayuda de las agencias humanitarias, 100.000 niños y niñas estarán en riesgo de perder la vida.
En este contexto, España debería hacer todo lo que está en su mano para asegurar que la población yemení esté protegida ante la amenaza de más violencia y sufrimiento. Esto pasa por:
- Apoyar la búsqueda de una solución política, como ya ha expresado por el Gobierno español
- Abstenerse de suministrar material de defensa a cualquier parte que pueda utilizarlo en el conflicto en Yemen
Por ello, Save the Children ve con preocupación las reciente declaraciones del Gobierno español que, después de confirmar la paralización de la venta de cuatrocientas bombas de precisión a Arabia Saudí, afirmó que dicha exportación se mantenía, por el impacto que su anulación podía tener sobre el contrato firmado entre la empresa española Navantia y Arabia Saudí para la venta de cinco corbetas.
A la luz de la situación en Yemen, cualquier transferencia de material militar a las partes en el conflicto supone un riesgo de que dicho material pueda acabar provocando más destrucción y sufrimiento en el país, utilizándose para cometer violaciones del derecho internacional humanitario.
Save the Children pide al Gobierno español que ponga fin a las transferencias de armas a Arabia Saudí, y que tome acción para asegurar la protección de los niños y niñas afectados por el conflicto en Yemen. De este modo, España cumpliría con la legislación española sobre el comercio de armas y doble uso de 2007 y con el Tratado de Comercio de Armas ratificado en 2014, que prohíbe la exportación de armas cada vez que estas puedan ser utilizadas para cometer violaciones graves de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.
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