El frío, un enemigo más
de la infancia Siria
Llevan ocho años huyendo de la guerra, pero no solo temen a las bombas. Los niños y niñas sirios que han abandonado sus hogares ven cómo se acerca el invierno y, con él, su miedo al frío.
En Siria, el pasado mes de enero, 15 niños menores de un año murieron por culpa del frío extremo, algunos tenían menos de cuatro meses.
Dormimos en el suelo, hace mucho frío por la noche. Cuando llegó la lluvia trasladamos nuestras tiendas a tierras más altas e hicimos fuego, pero todo se inundó
Ese mismo mes, más de 11.000 niños y niñas vivieron una situación desesperada después de que las lluvias torrenciales golpearan la provincia de Idlib y las inundaciones en los campamentos impidieran a muchas familias salir a comprar alimento para sus hijos.
Este año, en las zonas montañosas, se podría llegar a temperaturas de cerca de menos 13 grados durante los meses de diciembre y enero.
Queremos evitar las muertes de los más pequeños y vulnerables y la propagación de enfermedades como la neumonía que causa la muerte cada año a 1,2 millones de niños y niñas. Debemos prepararnos cuanto antes para el próximo invierno en Siria y los países limítrofes, donde se refugian innumerables familias sirias.
Nuestro trabajo para salvar sus vidas
Millones de niños dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir a este invierno que se prevé será glacial: con vientos fríos, lluvias heladas y temperaturas por debajo de cero. Nuestros equipos en lugares de conflicto armado atienden de forma integral a niños, niñas y familias.
En nuestros campamentos en Siria para personas desplazadas internamente se llevan a cabo sesiones de higiene y actividades educativas y lúdicas, talleres de sensibilización sobre la importancia de la lactancia materna y, asimismo, brindamos asesoramiento y apoyo psicosocial y repartimos suministros esenciales.
En nuestros centros de salud, a menudo vemos infecciones que surgen por condiciones de vida insalubres y de hacinamiento.
Los casos de anemia también son comunes, debido a que los niños
y las mujeres embarazadas no tienen acceso a alimentos nutritivos
Actualmente estamos trabajando para ampliar nuestra atención mediante la distribución de alimentos y artículos para afrontar el frío del invierno y poder así proteger a niños y niñas refugiados y desplazados.
Distribuimos kits de comida (atún, garbanzos, pasta, conservas...) y kits de invierno (abrigos, botas, calcetines gordos, mantas...) para los niños y las niñas. También repartimos láminas de plástico y madera para ayudar a las familias a mejorar sus casas.
Trabajamos a contrarreloj para protegerles del invierno y darles a las familias lo más básico para que puedan sobrevivir al frío y al temporal que se aproxima.