Rahma, que pudo dar a luz sano y salvo a su bebé Ahmed en un hospital de Somalia. Foto de Save the Children.

ser madre en un contexto de emergencia humanitaria

  

Hoy se celebra el Día de la Madre en España, pero, en todo el mundo, las madres quieren lo mismo para sus hijos e hijas: protegerles del dolor, de la preocupación, del miedo… Darles seguridad y tranquilidad, y ofrecerles una buena educación, cuidado y alimentación. Sin embargo, las madres se enfrentan a unos riesgos o a otros en función de dónde viven.

Imagínate ser madre hoy en Gaza, tratando de silenciar el llanto de tus hijos porque literalmente se están muriendo de hambre después de más de 6 meses de guerra. O en Afganistán, con la desesperación de no poderles dar un techo y una educación. O en España, teniendo que elegir entre pagar la factura de la luz o hacer una compra en el supermercado. ¿Te imaginas estar embarazada y no poder ir a los controles médicos porque los hospitales han sido bombardeados?

maternar en las peores condiciones

Según el informe de Save the Children, Emergencia silenciosa: Mujeres que mueren para dar vida, 24 millones de madres en todo el mundo darán a luz sin médico, comadrona o enfermera, y 28 millones lo harán fuera de un centro sanitario. Además, se calcula que más de una quinta parte de los nacimientos (22,2%) tendrán lugar fuera de un centro sanitario, y esta cifra se eleva a casi la mitad en zonas de conflicto.

Con el aumento año tras año de los conflictos en el mundo, el informe señala que las madres embarazadas en zonas de guerra tienen tres veces más probabilidades de dar a luz sin un médico o médica, una comadrona o una enfermera. La investigación también pone de manifiesto que casi la mitad de los partos (44%) en zonas de conflicto tienen lugar fuera de un centro sanitario, en comparación con el 15% de los partos en otros lugares.

Desde Save the Children hemos documentado numerosos testimonios de madres que están sufriendo por sus hijos e hijas con quienes viven en contextos de emergencia humanitaria, ya sea natural o provocada por el hombre.

Rahma, de 32 años, dio a luz recientemente en el hospital de Beledweyne (una ciudad del centro de Somalia) reabierto en octubre de 2023 con el apoyo de Save the Children y el proyecto Damal Caafimaad, tras más de una década sin funcionar a pleno rendimiento. Explica que sus anteriores partos en casa habían sido traumáticos, y que estuvo a punto de morir porque tuvo muchas hemorragias. Después de un parto tan difícil, pudo tener a su siguiente hijo en el hospital bajo los cuidados del equipo de comadronas. "Tras unas horas de duro trabajo de parto, di a luz a un niño sano. Nos cuidaron muy bien a los dos después del parto”, señala Rahma. 

Ala es de Siria, tiene 20 años y dos hijos de 1 y 2 años. Vive en un campamento de personas refugiadas en Turquía y explica: “Lo que aspiro es a que mis hijos no continúan viviendo así, de esta forma. Quiero que estudien en los mejores colegios, que nos sean analfabetos. Deseo que vivan una vida mejor que esta que hemos vivido nosotros... es lo que más deseo para mis hijos. Me gustaría que avancen, que no se queden atrás”.

Songul también vive en Turquía y tiene dos hijos, y vive con su familia en un campamento de personas refugiadas en contenedores prefabricados tras perderlo todo en los terremotos del año pasado “Me gustaría que mis hijos tuviesen buenos estudios. Quisiera que tuvieran un buen futuro”, afirma.

¿qué te llevarías?

Ante cualquier crisis, Save the Children trabaja antes, durante y después de que se produzca. Entre otras cosas, la organización ayuda a las comunidades a prepararse para hacer frente a cualquier catástrofe, ya sea natural o provocada por el hombre. En situaciones de emergencia proporciona mantas y alimentos inmediatamente, kits de higiene y transferencias en efectivo, y también espacios seguros para la infancia donde los niños y niñas pueden seguir con su educación y cuidar su salud mental. 

Con la campaña ‘¿Qué te llevarías?’ recaudamos fondos para canalizar de manera rápida y eficiente fondos flexibles para respuestas humanitarias e iniciativas de acción anticipatoria, y así disminuir el impacto de las crisis humanitarias. Dado que las crisis y los desastres globales se vuelven cada vez más volátiles y complejos, la financiación flexible nos permite responder a las necesidades más críticas de los niños y las niñas, activar rápidamente a las organizaciones socias y a las comunidades locales, y poner en marcha intervenciones que salvan vidas en todo el mundo.