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contra el trabajo infantil

qué es el trabajo infantil

La Organización Internacional del Trabajo define el trabajo infantil como "aquel que priva a los niños de su infancia, su potencial y su dignidad, y que perjudica su desarrollo físico y mental". Según la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, los países tienen la obligación de proteger a los niños para que no realicen trabajos que afecten negativamente a su salud, educación o desarrollo; de establecer una edad mínima para el empleo; y de regular las condiciones de trabajo.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) buscan abolir el trabajo infantil para 2025, pero desde 2016 ha habido un aumento en todo el mundo por primera vez en décadas: casi uno de cada diez tienen que trabajar. Esto sucede pese a las regulaciones internacionales, leyes nacionales, compromisos corporativos voluntarios y numerosas auditorías. De cara al Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemora cada 12 de junio, Save the Children recuerda que el trabajo infantil estando muy extendido.

El trabajo infantil, cada vez más invisible 

La mayoría de los niños y niñas afectados llegaron a la relación laboral a través de su entorno familiar, lo que indica que el ingreso familiar está por debajo del nivel de subsistencia y esto fomenta que trabajen. Los altos costes de la educación y la falta de opciones de cuidado infantil también pueden ser causas. Hemos encontrado que:

  • Los enfoques basados en el riesgo y el cumplimiento y los marcos ESG protegen a la empresa y su calificación, pero no necesariamente a las personas en las cadenas de suministro. Por ejemplo, durante las auditorías no anunciadas, los niños y niñas afectados suelen ser liberados, pero quedan desamparados y sin ayuda. 
  • Las certificaciones no deben considerarse como cumplimiento total de las obligaciones de diligencia debida, ya que las auditorías que las respaldan son solo una instantánea útil y no ofrecen una evaluación completa de los riesgos para los derechos de los niños. Estas auditorías suelen omitir los turnos nocturnos y los picos estacionales de trabajo, como la temporada de cosecha. 
  • Así, los riesgos para los derechos de la infancia en puntos críticos conocidos -como la industria manufacturera en Asia, en el cultivo de pequeños agricultores de especias, algodón y otros productos agrícolas o en la minería a pequeña escala, por ejemplo, de cobalto en la República Democrática del Congo-, permanecen sin cambios o incluso han empeorado. Los esfuerzos aún no han abolido el trabajo infantil. Lo encontramos a nivel de producción, pero en su mayoría se ha empujado hacia abajo en la cadena de suministro, a sitios de producción pequeños y condiciones laborales informales, cada vez más invisible.  

Las voces de la infancia

En la actualidad, se calcula que 160 millones de niños y niñas siguen trabajando. Es decir, casi uno de cada diez niños y niñas en todo el mundo.

Faustin*, de 11 años, trabajó en una mina de cobalto en el suroeste de la República Democrática del Congo con su madre durante dos años después de que su padre muriera en 2019, dejando a la familia sin ingresos ni medios para pagar sus gastos escolares.  

"Todavía soy un niño. Me gustaría que todos pudiéramos estudiar y acabar con estas historias de la minería", dijo Faustin. "Me arrepiento del tiempo que pasé en las minas. Me perdí muchas asignaturas. Porque mis amigos iban a la escuela y yo trabajaba. Los que estaban al mismo nivel que yo cuando empecé en la minería, ya han acabado sus estudios. Eso es lo que lamento".  

Los niños y niñas mayores de la RDC suelen trabajar para pagarse la educación, mientras que los más pequeños se ven obligados a abandonar la escuela por completo. Otro ejemplo es Muntosh, de 12 años, tenía unos seis cuando presenció cómo mataban a su hermano mientras trabajaba en una mina de cobalto. Como su familia necesitaba los ingresos, siguió yendo a trabajar y pasó seis años en las minas antes de encontrarse con Save the Children y volver a las aulas.  

cómo trabajamos contra el trabajo infantil  

Los niños y niñas que trabajaban en algunas de las minas de cobalto de la República Democrática del Congo (RDC) han conseguido escapar de la peligrosa e incluso mortal explotación laboral con el programa Clubes de recuperación.  

En la RDC, donde se encuentran las mayores reservas de cobalto del mundo, decenas de miles de niños y niñas trabajan a diario en las minas para satisfacer la creciente demanda mundial de este mineral que alimenta las baterías de iones de litio de los coches eléctricos y los dispositivos electrónicos como los teléfonos móviles.   

Para hacer frente a esta crisis educativa, Save the Children ha puesto en marcha los Clubes de recuperación para ayudar a los niños y niñas vulnerables a permanecer en la escuela o volver con éxito a las aulas.  Estos clubes, que cuentan con un enfoque innovador para acelerar la recuperación del aprendizaje perdido, evalúan a los niños y niñas y les enseñan a recuperar todo lo que se perdieron en las aulas. El objetivo es que, al cabo de 12 semanas, el 80% de los participantes sepan leer y escribir a un nivel que les permita aprender de forma independiente. Los clubes incluyen actividades de aprendizaje socioemocional para ayudarles a aprender y prosperar a pesar de los retos a los que se enfrentan.  

Además, Save the Children proporciona al alumnado material didáctico, se asegura de que el profesorado reciban formación para mejorar sus habilidades y ofrece a las escuelas apoyo para reforzar los mecanismos de protección de la infancia. La educación es un salvavidas para los niños  y niñas y una puerta a un futuro mejor. 

save the children al lado de la infancia

Junto con nuestra organización subsidiaria The Centre for Child Rights and Business, trabajamos con las empresas para prevenir violaciones de los derechos de la infancia como el trabajo infantil, dentro de sus obligaciones de diligencia debida o, si ocurren, para abordarlas de manera responsable. Además de análisis de riesgos y medidas preventivas prácticas, otro componente de nuestros servicios de apoyo para empresas es nuestro mecanismo global de remediación. 

En los últimos años, hemos apoyado a alrededor de 1.000 niños en once países productores que trabajaban ilegalmente en las cadenas de suministro de empresas internacionales. Con nuestro mecanismo de remediación, un proceso estandarizado para la gestión de casos de trabajo social, les hemos apoyado en la recuperación del acceso a sus derechos de educación, salud y protección.