Crece el número de niños y niñas menores de 15 años con VIH frente a un descenso en el número total de afectados
El número de niños y niñas infectados representan el 6.3% del número total de personas que vivían con el VIH en 2008. Este porcentaje aumentó al 7.5% al siguiente año, en 2009. Pasándolo a cifras, si en 2008 unos 2.1 millones de niños y niñas vivían con el virus, al año siguiente la cantidad aumentaba hasta los 2.5 millones, un incremento que contrasta con la caída durante el mimo período en el número total de personas infectadas con el virus, de los 33.4 millones en 2008 a los 33.3 millones en 2009.
En 2008, más de 280.000 niños y niñas murieron como consecuencia del SIDA y se produjeron 430.000 nuevas infecciones de VIH entre menores de 15 años. En torno al 90% de esos niños habrán contraído el VIH por transmisión de sus madres, bien durante el embarazo, durante el parto o a través de la leche materna. Y esto se produce a pesar de que el método de prevención de las transmisiones es ampliamente conocido por parte de los profesionales sanitarios.
Al mimo tiempo que las tasas globales de VIH caían tímidamente el año pasado, crecía el número de niños y niñas que viven con el virus. Esta es una señal de alarma de que los niños y la gente joven son cada vez más importantes en la respuesta global que debe darse al VIH.
Debemos hacer mucho más para prevenir nuevas infecciones transmitidas de madres a hijos así como apoyar a los niños y a las familias que ya viven con el virus. Esto no puede lograrse con proyectos autónomos o independientes sino que es importante construir sistemas sanitarios que funcionen a la hora de ofrecer unos servicios de maternidad apropiados, con los fondos, el personal y los medicamentos que se precisen.
Nacer con VIH puede ser devastador para un niño. Muchos niños lo pasan muy mal al principio con esa mezcla de sentimientos de culpar a sus padres por un lado, al tiempo que saben que podrían quedarse huérfanos si sus padres no logran conseguir los medicamentos que les permitan vivir durante más tiempo. Además, también tienen que vivir con el estigma de sufrir una enfermedad de transmisión sexual, a pesar del hecho de que nunca han mantenido relaciones sexuales.
Los adolescentes que no nacieron con el VIH pero que lo contrajeron a través del sexo o el consumo de drogas por vía intravenosa, a menudo se culparán a si mismos y muchos no se lo contarán a sus padres para evitar así ser rechazados.”
Alice Fay
En el Día Mundial del Sida, hacemos un llamamiento tanto a donantes como a los gobiernos de los países con altas tasas de VIH para que:
- Aseguren que todas las madres embarazadas y sus parejas realizan la prueba del VIH y que aquellas mujeres que den positivo comienzan con el tratamiento que frenará la transmisión del VIH a sus hijos
- Aseguren que las mujeres dan a luz en centros de salud con personal cualificado y que reciben los mejores consejos sobre como alimentar a sus bebes
- Permiten que los bebes con riesgo estar infectados reciben la prueba del VIH tras las seis primeras semanas de vida y que pueden comenzar con el tratamiento cuando sea necesario
- Aseguren que las familias afectadas con el VIH reciben todo el cuidado y el apoyo que necesitan tanto por parte de su comunidad como por el sistemas sanitario del país.