¿CÓMO QUIEREN SER LLAMADOS
LoS NIÑOS Y NIÑAS MIGRANTES?
¿Son migrantes? ¿son extranjeros? ¿son niños solos no acompañados? ¿son menores edad migrantes?... ¿qué son?
En este 18 de diciembre, Día Internacional de las Personas Migrantes, hemos querido saber cómo quieren ser llamados estos niños y niñas que llegan solos a España. En Andalucía, Canarias y Catalunya hemos preguntado a jóvenes migrantes que participan en nuestros programas para saber qué sienten cuando escuchan mena, ilegales, inmigrantes, y otras palabras que se utilizan para describirlos. Porque lo que importa son sus respuestas, que son los protagonistas. En una colaboración con el ilustrador Oscar Alonso, el alterego de 72 kilos, hemos puesto color y plasmado sus respuestas:
Otros niños dijeron que querían ser llamados como “jóvenes de África”, “jóvenes extranjeros”, “los chicos del centro”, “solo chicos”, “migrante, aventurero y viajero”, “joven migrante” y un chico le respondió que él quería que les llamaran solo “jóvenes, sin el apellido de migrantes”. También otro preguntó: “¿Por qué nos tienen que diferenciar? Todos tenemos algo de migrantes y todos tenemos algo de viajeros”.
La mediadora cultural Lamia Errakti de Canarias que trabaja con estos jóvenes nos explica que "cuando llegan, sufren en primera persona comentarios despectivos y rechazo de la sociedad. Algunos dicen que 'si hubieran sabido ese odio que les esperaba, no hubieran dejado su país'". Errakti acompaña a estos chicos para que fortalezcan su autoestima y salgan adelante en su camino hacia la vida adulta: "es importante que tratemos a estos chicos como lo que son: unos niños, jóvenes, que solo buscan un futuro".
Los jóvenes migrantes utilizan el arte para contar su viaje migratorio
En estas mismas comunidades se ha desarrollado también un taller artístico para que los niños, de una forma más sencilla y terapéutica, muestren sus viajes migratorios a través de la fotografía. Esta actividad se llama photovoice.
Algunos de los jóvenes mostraban imágenes de cuando estaban en Catalunya y en Canarias trabajando, de una luna medio llena y cuenta que “es una de mis mejores fotos que he tomado con mi cámara” y la foto de un restaurante que venden halal porque “me gusta la comida halal, y aquí no es fácil conseguir”.
Otros chicos mostraron fotos de su vida antes de llegar a España, como Ossama, que practicaba surf y fútbol, y ahora le gustaría ir a un gimnasio para hacer deporte pero no puede porque “no tengo cómo pagarlo”. Igual que la universidad, porque "querría terminar sus estudios".
Nuestro trabajo con la infancia en movimiento
España es la frontera sur de Europa, y como tal recibe la llegada de una gran número de población migrante y refugiada. Los niños, niñas y jóvenes que viven procesos migratorios, solos o acompañados por sus familias se ven expuestos a multitud de riesgos y experiencias que ponen en riesgo su vida y que deben afrontar.
Quienes se encuentran en una situación más vulnerable son los niños y niñas que viajan solos sin el acompañamiento de padre, madre o cuidadores adultos. En Save the Children trabajamos, en coordinación con otras organizaciones y con las administraciones públicas, para atender las necesidades y situaciones específicas que vive esta infancia migrante, e informamos y asesoramos sobre los procedimientos para acceder a los recursos a los que tienen derecho.
Nos encontramos en Melilla, Catalunya, Andalucía, Canarias, Euskadi y Ceuta no solo desarrollando programas de atención a la infancia migrante, sino también denunciando las difíciles condiciones en las que muchos de ellos viven y exigiendo a las autoridades que se asegure su protección y que cuenten con oportunidades para vivir el presente y el futuro al que tienen derecho.