Centros educativos:
pautas para una vuelta segura
El cierre de los centros educativos ha supuesto para los niños y niñas una pérdida en su aprendizaje, en su desarrollo y su bienestar emocional y tendrá un impacto mayor en los más vulnerables, incrementando las desigualdades ya existentes antes de esta crisis.
Por ello, desde Save the Children y junto con la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) animamos al Gobierno central y a las Comunidades Autónomas a adelantar al verano la apertura de los centros educativos y escuelas infantiles, con precaución y teniendo en cuenta las medidas de seguridad e higiene.
La nueva normalidad y el ocio
Nuestra organización y los profesionales de la pediatría hemos elaborado el informe ‘La nueva normalidad educativa y de ocio’, en el que ofrecemos las pautas y requisitos necesarios para que los niños y niñas vuelvan con todas las garantías de seguridad a la educación presencial y participen en las actividades de verano para compensar el cierre de aulas.
Respecto a las actividades de verano, consideramos esencial que se pongan en marcha para compensar las carencias que el cierre de escuelas ha producido. Para ello proponemos que las comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos y entidades sociales amplíen la oferta educativa y de ocio de verano, que prioricen el acceso gratuito de familias con bajo nivel socioeconómico y que incluyan una alimentación saludable y suficiente. Pedimos que estas actividades incluyan refuerzo educativo, ocio, trabajo psicosocial, y actividades para compensar el sedentarismo de los meses pasados.
Las pautas que recomendamos
AEPap y Save the Children planteamos cinco medidas higiénico-sanitarias básicas:
1. Distanciamiento físico y el uso de mascarillas. Además de limitar los alumnos por clase (no más de cinco o seis en la etapa de 0 a 3 años de Educación Infantil), y reducir el aforo a las actividades de verano al 50%, recomendamos que se realicen planes escalonados de entrada y salida, y se alternen los periodos de descanso y de comida o se amplíe la jornada.
2. El lavado de manos. Deberá hacerse al menos al entrar y salir de clase o de cada actividad, antes y después de cada comida o de usar el baño o después de sonarse la nariz, estornudar o toser.
3. Instalaciones de agua, saneamiento, ventilación y gestión de residuos de los centros. Las zonas comunes han de limpiarse y desinfectarse al menos una vez al día, así como el material escolar, deportivo y de juegos.
4. Planes para el aislamiento ante casos de infección o sospechosos. Además, hay que habilitar un espacio específico que garantice la privacidad y esté provisto de equipos de protección adecuados para el aislamiento inmediato de la persona sintomática. En este ámbito, consideramos necesario reforzar los planes de prevención de acoso escolar para evitar la estigmatización del caso confirmado a su vuelta a las actividades.
5. Necesidad de informar y formar a la plantilla del centro, familias y alumnado acerca de la responsabilidad que tiene cada parte para limitar la propagación del virus.
Por último, una vuelta a las aulas segura no será posible si no se incrementan las plantillas de personal docente y otros profesionales para cubrir la atención de los alumnos y alumnas, si no se ponen en marcha medidas que permitan la conciliación familiar y si no se dota a los profesionales sanitarios de Atención Primaria de medios para detectar la Covid-19 de las personas con síntomas y poder seguir los contactos.
El informe ‘La nueva normalidad educativa y de ocio’ ha sido elaborado por los doctores Maite de Aranzábal, Juan José Morell y Catalina Núñez, pediatras miembros de AEPap, y por Catalina Perazzo y Lucía Martínez, de Save the Children.
Descargar el informe ‘La nueva normalidad educativa y de ocio’: