Alan, Diego y los niños que sufren el bullying a diario
Artículo escrito por Ana Sastre, Directora de Sensibilización y Políticas de Infancia
Diego, de 11 años, se suicidó el pasado mes de octubre porque no aguantaba ir al cole. Hace unas semanas Alan, de 17 años, también se suicidaba víctima del acoso escolar o bullying que sufría por ser una personas transexual, según denunció su familia. La violencia que sufren los menores de edad se manifiesta en todos los ámbitos de su vida, el colegio es tan solo uno de ellos.
Según los últimos datos de 2014 del Ministerio de Interior sobre los delitos de odio, los menores de 18 años son el segundo grupo de edad que con más frecuencia es víctima de este tipo de delitos y la razón principal es precisamente su orientación o identidad sexual.
Existen por lo tanto muchos niños y niñas que necesitan una acción contundente que frene la violencia y que les ayude a superar la situación que están sufriendo. Las agresiones físicas o sexuales, el acoso a través de las nuevas tecnologías, o el acoso escolar, son solo algunas de las situaciones reales que diariamente sufren un número importante de niños y niñas.
Según la estadística oficial del Ministerio del Interior del año 2013 los delitos que con más frecuencia sufren los menores de edad son aquellos contra la libertad e indemnidad sexual y los malos tratos en el ámbito familias. Ese año en España 38.495 personas menores de edad fueron víctimas de algún delito o falta penal. Las víctimas menores suponen aproximadamente el 43% del total, cifra por sí suficientemente importante, más si tenemos en cuenta la gravedad de estos delitos. Además los delitos que sufren los menores de edad son muy violentos y les afectan tanto a nivel personal como a nivel social y relacional dando lugar frecuentemente a traumas. A estas cifras hay que añadir que desde que en 2013 se comenzaron a contabilizar oficialmente los menores de edad víctimas de la violencia de género, hasta mayo de 2015, 12 niñas y niños han sido asesinadas y 100 han quedado huérfanos.
Sin embargo, la violencia contra la infancia no es suficientemente visible. Muchos niños y niñas sufren en silencio gravísimas situaciones que no solo ponen en peligro su vida si no que además pueden condicionar su desarrollo en el futuro. Cualquier política pública que quiera ayudarles debe estar específicamente pensada para ellos, contar con recursos suficientes e implicar a todas aquellas personas que les rodean – autoridades, profesores, sanitarios, padres, compañeros, etc; son niños y niñas algunos de ellos con cortas edades y enormes dificultades para pedir ayuda, pueden ser dependientes de sus agresores o convivir diariamente con ellos en un mundo que están todavía están descubriendo y que están conociendo a través de la agresión y el dolor.
El Comité de los Derechos del Niño en 2010 alertó a España sobre los vacíos normativos relacionados con la protección frente a la violencia y recomendó la aprobación de una ley específica contra la violencia hacia la infancia similar a la ya que existe frente a la violencia de género. Sin embargo a día de hoy no existe un plan específico y contundente orientado a acabar con esta lacra. Niños como Alan o Diego no pueden esperar más.
El recién inaugurado año 2016 estrenará también una nueva legislatura; aunque todavía con cierta incertidumbre, un nuevo equipo de Gobierno dirigirá los asuntos públicos que afectarán a los más de 8 millones de niños y niñas españoles, y creemos que afrontar los problemas de violencia que afectan a los niños debe ser una prioridad de los próximos 4 años.
Algunos de los partidos con representación en el Parlamento ya abordaron este tema durante la campaña electoral incluyendo algunos compromisos en sus programas:
- PP: Aprobación de una Ley Orgánica integral sobre la violencia contra la infancia, que incluya prevención, detección, protección y sanción, y que abarque todos los ámbitos; escolar, familiar, cibernético y comunitario.
- PSOE: Aprobación de una Estrategia Integral frente a la violencia contra la infancia de acuerdo con las CCAA y la FEMP y la participación de organizaciones de infancia.
- UP-IU: No propone nada al respecto.
- PODEMOS: Ley de Protección Integral contra la Violencia hacia la Infancia y la Adolescencia que aborde de manera específica las diferentes formas de violencia contra la infancia y la adolescencia (trata, explotación, bullying, ciber-bullying, segregación, desahucios).
- CIUDADANOS: Fortalecimiento de los mecanismos de prevención, detección y atención al maltrato infantil.
El propio Congreso acordó en un informe apoyado por todos los partidos políticos en la legislatura pasada, la necesidad de combatir la violencia que afecta a los niños. No podemos perder más tiempo. La comunidad internacional representada en la Asamblea General de las Naciones Unidas comparte como visión de futuro un mundo que invierta en su infancia y donde todos los niños crezcan libres de la violencia y la explotación. Así ha quedado plasmado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados en la Agenda para el 2030.
En Save the Children compartimos con Naciones Unidas el determinado propósito de acabar con todo tipo de violencia contra la infancia. Los niños y las niñas que son vícitmas de la violencia no están obteniendo ni la ayuda, ni la respuesta que necesitan y seguramente por eso demasiadas veces recurren al suicido para poner fin a su sufrimiento. Las noticias como la muerte de estos menores, nos sacuden de vez en cuando y nos hacen estremecernos e indignarnos pero es el momento de hacer algo más, firma nuestra petición para que el nuevo Gobierno se tome esto en serio y apruebe una estrategia para acabar con la violencia contra la infancia dentro del primer año de gobierno.